El invierno siempre es duro, hay que adaptarse a las bajas temperaturas y a lo que éstas conllevan. Aunque muchos aspectos del día a día cambian con la nueva estación, hay que intentar disfrutar lo máximo posible de todo lo bueno que ofrece esta fría época del año. Debemos tener unos hábitos para proteger nuestro cuerpo, nuestra piel y sobre todo, nuestra salud.
La madre naturaleza es sabia y, si los osos se preparan para la hibernación, es por algo. No hace falta esconderse en una cueva durante meses, pero sí es necesario cuidar cuerpo y mente durante esta época para que estén al 100% para disfrutar de las mejores experiencias de interior y de todo lo que nos ofrece el invierno.
Es importante preparar nuestro cuerpo desde dentro hacia fuera cumpliendo tres requisitos fundamentales que cubran las necesidades de piel, cuerpo y mente. ¿Cómo? Cuidando nuestros hábitos alimenticios, practicando deporte y manteniendo una actitud positiva.
Cuida tu alimentación
En invierno, el cuerpo necesita más calorías para afrontar el frío, pero eso no significa que debamos excedernos con las comidas. La dieta debe basarse en súper alimentos de la dieta Perricone para que nuestro organismo funcione correctamente y se refleje tanto por dentro como por fuera.
Practica deporte
El ejercicio físico es una de las mejores maneras de estimular tu sistema inmunológico y mantenerte fuerte para pasar el invierno. Durante los meses más fríos, es más fácil buscar excusas para no entrenar y quedarse en casa debajo de la manta, pero ha soluciones para no sufrir las bajas temperaturas y continuar con tu rutina deportiva hasta que lleguen la primavera y los deportes outdoor. Apuntarse al gym siempre es buena opción; actividades como el spinning o el TRX son una forma perfecta de ponerse en forma porque resultan liberadoras y ayudan a quemar calorías.
Actitud positiva
Por otro lado, la meditación también te protege del frío. ¿Cómo? Ayudándote a mantener la calma y no perder los nervios. El estrés continuado afecta a todo nuestro organismo y disminuye la capacidad de nuestro cuerpo para combatir enfermedades.
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