Gran parte de los especialistas en Historia del Arte y también dentro de la propia historiografía, se coincide en señalar que el “Renacimiento” es una de las épocas en las que se puede decir que hay un “florecimiento de las artes”. Para ello, nos trasladamos a los siglos XIV-XV y concretamente a las “Republicas” de la Península Itálica que se convirtieron en el centro neurálgico de la eclosión del arte en su máxima expresión pero también el humanismo; hace unas semanas os contábamos en www.revistaplural.es quien fue Nicolás Maquiavelo y también hay otros personajes que destacan en las letras como por ejemplo Dante Boccaccio o Petrarca. En el caso de los artistas, en escultura y pintura destacan nombres como Leonardo Da Vinci, Rafael, Miguel Ángel, Fra Angélico Brunelleschi, Donatello, León Battista Alberti y Sandro Botticelli. Este último, es una de los máximos exponentes del “Renacimiento” de la Florencia del “Quatrocento” y en su momento fue uno de los pintores más cotizados del momento.
Aunque Botticelli era un artista famoso en su momento quedó eclipsado por la aparición de otras grandes figuras como Leonardo, Rafael o Miguel Ángel, entre otros. Por ese motivo, la obra de Botticelli quedó en el olvido y no fue recuperado hasta el siglo XIX.
Alessandro di Mariano di Vani Filippedi, más conocido como Sandro Botticelli, nació en Florencia el día 1 de marzo de 1445 y falleció en la capital toscana el 17 de mayo de 1510.
Es el menor de cuatro hermanos, su padre era curtidor de piel y al nacer Sandro quedó bajo la tutela de su hermano Giovanni. Mientras los negocios van prosperando y en 1458 compraron una villa en Careggi donde se constituyó la “Academia Platónica Florentina” cuyo gran mecenas fue Cosme de Medici “El viejo” quien jamás escondió su amor al arte. Además, le trasladó a su nieto Lorenzo de Medici “El Magnífico”. Basta con dejar volar la imaginación para imaginarnos las conversaciones en esa academia y los personajes que se juntaban.
Las características de la obra de Botticelli, podemos indicar que rehúye del realismo y se inclina por un estilo basado en la delicadeza de sus trazos, la gracia y un sentimentalismo.
Botticelli, mostró mucho interés por la pintura y tuvo como referente a Filippo Lippi, parece ser que Sandro no llegó a ser aprendiz hasta los 14 años. Sus primeras obras eran de temática religiosa como por ejemplo “La Virgen del Rosal” que ya denota un importante vigor a la hora de componer el lienzo.
En el año 1470, Sandro Botticelli ya contaba con su propio taller y poco a poco fue introduciéndose en el círculo de amistades de la familia Medici, para los llamados “Señores de Florencia” pintó la mayor parte de sus obras más insignes como por ejemplo: “La Adoración de los Magos” donde vemos a gran parte de la familia Medici y mirando al espectador a la derecha podemos ver al pintor del cuadro. También realizó varios retratos que son muy conocidos como el que realizó a “Juliano de Medici” y a la bella “Simonetta Vespucci” ambos aparecen retratados también una de las obras más famosas del propio Botticelli “La Primavera” o el “Nacimiento de Venus”. Tras la llamada “Conspiración de los Pazzi” de 1478 en la que esta familia atenta contra los Medici en la misma Catedral de Florencia y en la que fallece Juliano. Entonces se le ordena a Botticelli pintar en los muros de la Puerta de la Aduana de Florencia unos retratos de los conjurados ahorcados pero son borrados en 1494.
En 1481, el Papa Sixto IV se interesó por la obra de Botticelli y lo contrata para pintar la Capilla Sixtina de la Santa Sede que hacía poco tiempo que había sido construida. También colaboró en la decoración de la Catedral de Florencia.
En sus últimos años, vivió en Florencia donde siguió trabajando como pintor en su taller y también fue unos de los miembros de notables de la ciudad que debían decidir quienes iban a establecer el lugar donde iba a situarse el famoso “David” de Miguel Ángel.
Durante esa época apareció en Florencia un monje dominico Girolamo Savonarola quien se declaró enemigo de los Medici y la ostentación de riqueza que hacían. Entonces Botticelli, según, el historiador Vasari; no dudó en seguir las enseñanzas de Savonarola. Aunque el propio fraile dominico junto a sus seguidores decidieran quemar algunas de las obras de Botticelli en la célebre Hoguera de las Vanidades donde se quemaban los objetos que representaban la relajación moral de los florentinos.
Por último, Botticelli fallece en Florencia en 1510 y está enterrado en la Iglesia de Ognissanti de Florencia a los pies de la tumba donde descansa en la eternidad su gran musa Simonetta Vespucci.
Para más información:
Redacción Revista Arte. «Arte.» Arte. 15 de Septiembre de 2015. https://www.descubrirelarte.es/2015/09/21/sandro-botticelli-un-pintor-neoplatonista.html (último acceso: 8 de Agosto de 2022).
Redacción Revista Plural. «Sndro Botticelli.» Plural, 2019: 7-9.
Escribe un comentario