Este verano nos está dando un ultimátum para “ponernos las pilas” en lo que a sostenibilidad se refiere. Las altas temperaturas, los incendios y las sequías son cada vez más habituales y, para combatirlas, hay muchos pequeños gestos que podemos implementar en nuestra vida cotidiana sin grandes esfuerzos pero con un gran impacto. Bosch ha querido recopilar cinco de estos pequeños actos que contribuyen a la conservación del planeta y que puedes empezar a integrar en tu día a día este mismo verano:
- Ahorra agua al regar: aunque las plantas necesitan un buen suministro de agua, son una forma de mantener el hogar más sano y ahorrar agua a la hora de regarlas es fácil siguiendo unos sencillos pasos:
- Rastrillar: si tienes un jardín, mantener la tierra en movimiento garantiza que las capas inferiores conserven la humedad más tiempo.
- Cubrir con mantillo la tierra: ya sea con compost de corteza, recortes de césped, hojas o grava, cubrir la tierra del jardin o de las macetas preserva la humedad. En el caso de los jardines, un soplador de hojas como el de 18V de Bosch permite recogerlas sin esfuerzo y aprovecharlas para este uso.
- Elige plantas modestas: hay una gran variedad de plantas que requieren muy poca agua, como el hinojo, el tártago, la salvia, la lavanda o el tomillo. Además puedes aprovecharlas para aromatizar tus platos.
- Evita llenar de tierra las macetas hasta el borde: esto previene el desperdicio de agua al crear un espacio en el que el agua puede acumularse hasta que la planta lo absorbe, en lugar de desbordarse sobre el tiesto.
- Atrae biodiversidad a tu jardín o terraza: algunas poblaciones de insectos, como las abejas, están viendo mermar sus números de manera drástica por motivos como el cambio climático. Para contribuir a la conservación de estas especies (fundamentales para mantener la biodiversidad), puedes plantar flores silvestres, que atraen tanto a las abejas como a las mariposas por sus colores y su dulce polen; o bien crear un hotel de insectos casero con restos de madera del jardín, viejos palés y otros materiales reciclados. Los insectos no sólo sirven de alimento a los pájaros, sino que se comen las plagas que dañan las hortalizas y las plantas, ayudan con el compost y son esenciales para la polinización, contribuyendo a que tu jardín sea más verde y próspero.
- Empieza tu huerto urbano en casa (o apúntate a uno): aunque el verano no es la mejor época para plantar, sí lo es para recolectar. Si empiezas ahora tu huerto urbano en casa, tendrás verduras y plantas aromáticas disponibles desde este mismo otoño. Comer alimentos autocultivados o de proximidad es un acto que contribuye a la sostenibilidad y a combatir el desperdicio de alimentos. Si no tienes las herramientas o el espacio para montar tu propio huerto, existen huertos colaborativos donde puedes poner en práctica el autoabastecimiento. Infórmate en tu junta de distrito, asociaciones o grupos vecinales.
- Crear un jardín vertical: además de ser visualmente atractivos, los jardines verticales crean un aislamiento natural tanto para el frío como para el calor si se colocan en exteriores. Si prefieres colocarlo en el interior, el jardín contribuirá a mejorar la calidad del aire gracias a su capacidad de filtrar el monóxido de carbono, el formaldehído y el benceno, además de crear oxígeno. Solo hacen falta materiales reciclados y un par de herramientas. El blog de Bosch DIY ofrece diversos tutoriales para hacerlo nosotros mismos en casa, ya sea con tuberías recicladas o madera.
- Reduce tus residuos electrónicos eligiendo productos duraderos y hechos de materiales reciclados, como las herramientas para el hogar de Bosch, que además de ayudarte a crear tus propios muebles y soluciones sostenibles, contienen un alto porcentaje de plástico reciclado posconsumo. Además, te permiten ahorrar en número de baterías, al integrarse con la plataforma Power for All 18V, bajo cuyo paraguas existen cada vez más herramientas que comparten una única batería de 18V, incluso con otras populares marcas de bricolaje y jardinería.
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