Si en un alquiler de una vivienda se produce un impago de las facturas de electricidad, es importante tener claro quién es el responsable de la deuda y que las condiciones estén recogidas en el contrato de alquiler
Hacer un cambio de titularidad de los suministros en alquiler es lo ideal ya que el responsable debería ser quien realmente vaya a disfrutar del suministro
Cuando el inquilino no paga los suministros puede producirse una situación de conflicto. Por ello, si en un alquiler de una vivienda se produce un impago de las facturas de electricidad, es importante tener claro quién es el responsable de la deuda. Pueden darse dos situaciones: se acuerda que el arrendatario siga siendo el titular y el responsable de pagar las facturas o se decide poner la luz a nombre del inquilino. En cualquier caso, las condiciones deben estar recogidas en el contrato de alquiler.
Desde Gana Energía, empresa comercializadora independiente y asesores energéticos, recomiendan hacer un cambio de titularidad de los suministros en alquiler para que el responsable sea quien realmente vaya a disfrutar del suministro. Para el arrendador, esto supone despreocuparse de todas las obligaciones de pago. Para el arrendatario, es también una ventaja ya que podrá controlar su gasto, decidir la tarifa adecuada para sus necesidades e incluso cambiar de compañía estando de alquiler.
Además, la compañía ofrece algunas claves para saber si el inquilino paga la luz y qué hacer cuando deja de hacerlo en los diferentes supuestos:
Si el titular es el inquilino
En el caso de que el titular de la luz sea el inquilino, es complicado para el propietario saberlo.
Si se necesita comprobar si hay deudas de luz, lo más práctico es solicitar una Nota Simple del inmueble en el Registro de la Propiedad de la provincia donde está la vivienda. En este documento, se pueden consultar las cargas de la vivienda, incluidas las deudas que tenga el inquilino.
Si el titular deja de pagar las facturas de la luz, la compañía puede decidir cortarle el suministro. Sin embargo, esto no tiene por qué suponer un problema para el propietario, ya que no es el responsable de las deudas ni del corte del suministro en ningún caso.
Si el titular de los suministros es el propietario
Si el propietario decide mantener los suministros a su nombre, será el responsable de los problemas e impagos que puedan suceder. Lo habitual es domiciliar los recibos en la cuenta del inquilino, mientras el propietario sigue siendo el titular del contrato.
Otra opción es que el propietario pague directamente las facturas. En este caso y previo acuerdo, se puede facturar la luz a un inquilino incorporando el coste de las facturas en el alquiler. No obstante, si el arrendatario deja de pagar el alquiler, el propietario deberá seguir abonando las facturas a la suministradora ya que es el responsable del contrato.
Si el inquilino deja facturas de luz sin pagar
Puede darse la situación de que el inquilino deje el inmueble y no haya pagado las últimas facturas. En este caso, si se hizo el cambio de titular en su día, esto no supondría ningún problema ya que el responsable de la deuda deberá hacer frente a ella.
El peor de los escenarios es si ya se ha producido el corte del suministro ya que puede ser un obstáculo para volver a alquilarla o entrar a vivir. La solución más rápida en estos casos es que el propietario pague la deuda y la reclame vía judicial al inquilino.
Otra opción es pedir un nuevo alta del servicio en la misma compañía, asumiendo los costes que esto puede suponer. O contratar el suministro a través de otra compañía, esta vez siendo titular el propietario.
¿Se puede cortar la luz a un alquilado?
Cuando el inquilino no paga los suministros, el propietario puede llegar a plantearse cortar la luz al inquilino o dejar de pagar las facturas. Sin embargo, es recomendable informarse antes de hacerlo ya que esto puede causarle problemas si no se cumplen ciertas condiciones.
De hacerlo, el inquilino podría denunciarle al considerar que la vivienda es inhabitable o alegar coacciones para desalojar el inmueble por la vía rápida.
Por ello, cuando el inquilino no paga los suministros, la única opción que tiene el propietario es interponer una demanda de desahucio por impagos.
Ante cualquier problema, es recomendable consultar con tu comercializadora para que puedan asesorarte de la mejor opción. Gana Energía ofrece una gestión sencilla, online, y personalizada a los clientes para facilitarles los procesos relacionados con el contrato de luz.
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