Los expertos de Deusto Salud señalan que el uso excesivo de las redes está deteriorando nuestras capacidades cerebrales y generando una dependencia sin precedentes.
Las recompensas instantáneas derivadas de los likescrean una fuerte adicción que afecta directamente a la autoestima de cada persona y al aumento de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA).
Actualmente, 3 de cada 10 españoles afirman haber sufrido algún problema de salud mental.
Las redes sociales actúan como un escaparate en el que contemplamos la vida de los demás y, en muchos casos, está significativamente idealizada. Además, el vínculo constante con estas plataformas trae consigo ciertos efectos para nuestra salud mental que, según los especialistas, son cada vez más preocupantes. En este sentido, Laura Esteban, profesora del Curso de Coaching e Inteligencia Emocional de Deusto Salud, sostiene que “nos estamos haciendo adictos a las redes sociales en una búsqueda continua de aprobación y validación social a través de likes, que impactan directamente en nuestra autoestima y en la forma en la que percibimos las relaciones”.
Esta adicción a las redes es un fenómeno que responde a una sobreestimulación del cerebro, expuesto diariamente a miles de estímulos digitales. Esto, sumado a la constante “hiperactivación”, motivada por las recompensas instantáneas en redes, está derivando en una falta de capacidad de atención: “Seremos incapaces de conectar con procesos más allá de 20 o 30 segundos, ya que se están deteriorando nuestras capacidades cerebrales”, alerta la experta de Deusto Salud.
La autoestima cae en picado y aumentan los TCA
El uso de las redes sociales como principal fuente de validación social fomenta un entorno en el que se muestran “porciones de la realidad manipuladas o maquilladas” que pueden influir directamente en la imagen personal y en la autopercepción.
A medida que la imagen física y la aprobación social se convierten en indicadores de éxito, la autoestima de las personas comienza a depender de métricas digitales: “Si nuestra imagen no es tan premiada como la de otros, nuestra autoestima se verá afectada, dejándonos muy vulnerables a Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA)”, subraya Esteban.
El impacto de las redes sociales en las relaciones personales
Los dispositivos electrónicos ya se han convertido en una extensión de nuestras propias manos. Por ello, en el ámbito social, la tendencia a relacionarse a través de mensajes y redes ha reducido el tiempo dedicado a las relaciones cara a cara, esenciales para la salud emocional.
“Si queremos seguir cuidando de nuestras relaciones sociales, deberemos invertir más tiempo en estas”, subraya Esteban, quien invita a reflexionar sobre la forma en que usamos los dispositivos en momentos importantes.
La formación en inteligencia emocional, una gran aliada
En el mundo, sufren depresión un total de 280 millones de personas. Esto equivale a un 3,8% de la población, tal y como indica un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En España, según una encuesta realizada por Statista, 3 de cada 10 personas afirmaron haber sufrido algún tipo de problema de salud mental. Ante esta situación, además de la imprescindible asistencia psicológica, la formación en inteligencia emocional se perfila como una de las soluciones más efectivas para poder detectar y reconducir ciertas conductas.
Tal y como señala la especialista de Deusto Salud, la inteligencia emocional es una puerta a nuestro autoconocimiento: “Hay una correlación muy directa entre conocernos mejor y saber querernos mejor, de manera que la inteligencia emocional favorecerá nuestra autoestima y, a la vez, será la vía más segura para lograr que todas nuestras interacciones sean más sanas. Por ello, es una apuesta segura en el bienestar y en el crecimiento personal”.
Por otra parte, la inteligencia emocional no solo nos permite reconocer, comprender y gestionar nuestras propias emociones, sino también las de los demás. Este tipo de inteligencia, acuñada y popularizada por el psicólogo Daniel Goleman, es ahora ampliamente estudiada por su influencia directa en las relaciones interpersonales y, sobre todo, en la salud mental.
Autora: Laura Esteban Deusto Salud: Cursos de Coaching
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