Los amigos de siempre, los nuevos. Todos se agolpan en wasap a diario para desearte un buen día, entre anuncio de “viernes negro” y noticia agorera de final de los tiempos y de los suministros.
Son fechas que trascienden de lo meramente comercial. ¡vuelve a casa por Navidad, los décimos del día 22 y su retalia ¡mil euros! Para los más pequeños de la casa, es la época en la que reciben los valores familiares que se transmiten generación tras generación.
Si preguntas a cualquier español que es lo más importante de las navidades, te dirá: “después de la pandemia, estar juntos”. Y es que el hecho de reunirse lo convierte en la auténtica Fiesta Nacional, aunque muchos prefieren viajar estos días no sabemos muy bien a donde. Varias generaciones juntas con intercambio de regalos, dando sentido a las fiestas y a la vida, la comida abundante, el belén, el árbol, luces, velas… Transformando la atmosfera de cada hogar en algo mágico.
Cada familia se apropia del calendario adaptándolo a su criterio, organizándolo a su manera, porque son días estresantes, llenos de preparativos, colmados de las dificultades de reunirse, temporales de nieve, vuelos cancelados, mala mar… La familia es algo hermoso, sus principales protagonistas son los niños, solo por ellos merece la pena el esfuerzo. Solo por ellos los controladores de vuelos, los pilotos, conductores de trenes o de autobuses y en general cuantos agentes intervienen en la “magia de la Navidad” han de abstenerse de huelgas de celo, independencias y otras significativas movilizaciones que quizás cargadas de razón, enturbian cada año, “el hecho de estar juntos” debe prevalecer, aunque quienes gobiernan están más en subvencionar a los amiguetes, que preservar lo que nos interesa.
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