El director de orquesta y tenor –ahora reconvertido en barítono– Plácido Domingo acaba de anunciar su deseo de crear en breve una academia y teatro dedicados en exclusiva a la Zarzuela que llevarán los nombres de sus padres que fueron grandes intérpretes de este género en el que también se inició el propio Plácido. El zaragozano Plácido Domingo Ferrer y la guipuzcoana Josefa Pepita Embil Etxaniz fueron impulsores de la zarzuela sobre todo en Máxico, aunque también la llevaron a muchos países de habla hispana. “Mis padres representaban dos zarzuelas diarias –recuerda el maestro– y después ensayaban otras dos para el día siguiente. Era un trabajo abrumador”
En esos tiempos, década de los 50 del siglo pasado, el niño Plácido de apenas 5 años estudiaba piano. “Un día –recuerda– escuché cantar a mi padre la romanza de “La del soto del parral” y a continuación yo le imité cantándola. Cuando mi madre me escuchó se echó a llorar y reconoció que podía tener talento para ello. Por eso yo me considero ante todo cantante de zarzuela y quiero que las nuevas generaciones la valoren y la interpreten”.
Emocionado y todavía con el fresco recuerdo de su triunfo apoteósico en el Teatro Real del pasado domingo, al que regresó después de tres años de injusto alejamiento y veto oficial, a pesar de la absolución de las investigaciones privadas llevadas a cabo por un teatro de ópera y un sindicato en Estados Unidos tras unas polémicas acusaciones sin pruebas de acoso producido hasta 30 años antes, que no llegaron a dirimirse en los tribunales. Plácido hizo estas confesiones íntimas de forma privada en el acto de constitución de la Fundación ADIPROPE (Asociación para la Difusión y Promoción del Patrimonio Mundial de España) que preside Ignacio Buqueras y de la que Domingo es patrono nato fundador, junto a otras personalidades como Antonio Vázquez, hasta hace poco presidente de Iberia y de IAG, Josep-María Adell, Carmen Cañete, Amalio de Marichalar, Baldomero-Sergio Falcones, Antonio Garrido-Lestache, Joaquín-Juan-Francisco Herrero, Álvaro Marañón, José-María Martínez-Val y Aldo Olcese. El patronato electivo procedente de la Junta Directiva anterior queda compuesto por: Federico Mayor Zaragoza, Presidente del Consejo Asesor; Alfonso Martínez, como Secretario; Antonio Miranda, como Tesorero, y vocales: Javier Cremades, Ángel Lafuente, Raúl Ortiz, María Jesús Prieto, Enrique Sancho y Juan Francisco Vera.
La nueva Fundación hereda los fines y objetivos de la anterior asociación para continuar velando por la difusión y promoción del Patrimonio Cultural, Material e Inmaterial Mundial de España declarado por la UNESCO. Entre sus nuevas actividades se destacan tres líneas generales de actuación: la identificación y elevación a la UNESCO de bienes tanto culturales, materiales como inmateriales para gestionar su inclusión en la lista oficial del patrimonio mundial; la puesta en funcionamiento de una sede permanente de investigación y formación sobre el mencionado patrimonio, y la implantación de actividades formativas tanto a nivel escolar como universitario para su mayor conocimiento y conservación.
No es casualidad que Plácido hablara de zarzuela en este acto, ya que entre los objetivos prioritarios de la Fundación está conseguir que la Zarzuela sea reconocida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, tal como confirmó Ignacio Buqueras.
“Para mi promocionar la Zarzuela en todo el mundo –ha declarado Domingo– es como hacer un recorrido por una exposición de pinturas llenas de luz, sombras y colores, con vislumbres de la vida cotidiana de todos los rincones de España, que cobran vida gracias a esta música. Es una alegría percibir cómo la Zarzuela implica a quien la escucha aunque pertenezca a culturas tan alejadas de la nuestra y aún más pensar en interpretarla otra vez en unos días en la tierra donde nació.”
Un regreso triunfal
Una buena prueba de la aceptación de este género, se vio en el concierto del día 17 de julio en el Teatro Real, en el que Plácido Domingo y la soprano búlgara Sonya Yoncheva interpretaron diversos arias y dos dúos magistrales de ópera, en los que a Plácido le tocó hacer de Giorgio Germont, padre de Alfredo en La Traviata y de Amonastro, padre de Aída en la conocida ópera de Verdi; sin embargo cuando el público se volcó con ellos fue en los varios “bises” del final dedicados a fragmentos de zarzuelas. Seguramente con intención, el primero de Plácido fue “Amor, vida de mi vida”, romanza de la zarzuela Maravilla de Moreno Torroba, que arranca así: “Adiós, dijiste. Se va mi vida”. Pero fue sobre todo en el último, con el dúo de “El gato montés”, de Penella, de claro aire español, cuando el público se puso en pie y les dedicó diez minutos de aplausos.
Caballero como siempre es Plácido Domingo no quiso asumir en solitario la ovación y anidaba las manos con la soprano y con el director de la orquesta titular del Teatro Real, Jordi Bernàcer, aunque éstos se resistían y le cedían el mérito. Plácido quiso incluso que se les uniera el primer violinista que había interpretado un magnífico solo de “Meditation” de Jules Massenet.
La pasión por la zarzuela es compartida por casi todos, y de forma muy especial por otro patrono de ADIPROPE, Antonio Vázquez, que fue presidente de Iberia y de IAG hasta hace poco pero que, además de empresario, se considera sobre todo tenor, habiendo compartido con Plácido algunos recitales. “Me siento muy orgulloso de mi etapa en Iberia en la que hicimos un gran trabajo y que pueden contar conmigo para lo que necesiten –comenta Vázquez que también fue presidente del comité organizador de la Feria Internacional de Turismo, Fitur– pero ahora mi pasión está en cantar, sobre todo zarzuela, pero también ópera y canciones napolitanas, que me encantan. En los últimos meses he dado siete recitales y tengo apalabrados otros tantos”.
Recitales, conciertos y óperas tampoco le faltan a Plácido Domingo, así como premios y homenajes. A final de julio actuará en Malta, el 3 de agosto en Jerez y el 16 y 19 en su querido México, para regresar a la Arena di Verona el 25 y 26 del mismo mes con una gala dedicada a Verdi (cantando) y Turandot (dirigiendo), una de sus óperas favoritas, luego llega Liubliana para una Gala de Zarzuela y regreso a España en septiembre en la Maestranza de Sevilla. Aspendos en Turquía, Hamburgo, Budapest, Omán, Bolivia, Paraguay, Lieja, Zagreb… serán sus siguientes etapas.
¡A sus 81 años cumplidos el pasado enero, Plácido Domingo está más en forma que nunca!
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