APRENDIZAJE DE IDIOMAS: EN BUSCA DE LA UNIVERSALIDAD

La capacidad del cerebro humano de expandirse es directamente proporcional a nuestra voluntad de hacerlo crecer. Alimentarlo con idiomas, y hacerlo desde edades tempranas, es una forma de desarrollarlo y de reforzar su potencial. Pero además, en este mundo globalizado, los idiomas proporcionan el don de la universalidad, la posibilidad de abrir la mente a otras culturas, de vivir otras vidas, de acceder a nuevas oportunidades profesionales… Con motivo del Día Europeo de las Lenguas, profundizamos en ellas de la mano de dos expertas en el aprendizaje de idiomas.

 

La vida es más rica y atractiva cuando uno habla diferentes lenguas. A la hora de viajar y poder entender y entenderse, de disfrutar de las obras de arte, del cine o la literatura en versión original, de comprender la música o los videojuegos, de comunicarse y relacionarse con cualquier persona en cualquier lugar… Conforme el mundo se globaliza, el aprendizaje de idiomas se convierte en algo fundamental, incluso para encontrar un buen trabajo y ascender profesionalmente.

Hoy, la mayoría de los niños están aprendiendo al menos una lengua diferente a la suya materna casi desde que nacen. En España, lo más habitual es que esta sea el inglés. Lingokids es una empresa española especializada en contenidos digitales en este idioma para edades tempranas. Más de 50 millones de familias de todo el mundo se han descargado ya su app, y niños de 2 a 8 años aprenden inglés con su metodología playlearning basada en el juego.

“Cuanto antes introduzcamos a un bebé en una segunda lengua, mucho mejor, incluso antes de cumplir su primer año, pues ellos tienen una gran capacidad para distinguir los diferentes sonidos de las vocales y consonantes que hay en un determinado idioma. Hay que exponerles y sumergirles al máximo, lo antes posible, para que puedan absorber el idioma una vez se encuentren en la fase de adquisición temprana del mismo”, sostiene Rhona Anne Dick, directora de Experiencia de Aprendizaje de Lingokids.

La gran ventaja en estas edades, según la experta, es que el proceso de aprendizaje es totalmente natural, casi pasivo e inconsciente. Aprenden por exposición, en un entorno de interacción relajado, sin la presión ni el miedo a cometer errores de los adultos.

“Un niño puede crecer aprendiendo varios idiomas en sus cinco primeros años de vida. En circunstancias en las que cada progenitor tiene una lengua materna diferente y viven en un lugar con una tercera lengua dominante, el pequeño podrá aprender las tres de forma simultánea con el mismo proceso natural. La exposición, la frecuencia y la necesidad de usarlas determinará su evolución y cómo acabe hablando cada una de ellas”, asegura Rhona Anne Dick.

Diversas investigaciones han demostrado aspectos muy positivos del aprendizaje de una segunda lengua en el desarrollo intelectual y personal de los niños: potencia la capacidad de resolución de problemas, el pensamiento crítico y la capacidad de escucha; mejora la memoria y la concentración; fomenta la creatividad, la flexibilidad mental y la apertura a las diferencias culturales; aumenta la inteligencia emocional y la empatía, ayuda a establecer más conexiones sociales; y desde luego, el día de mañana les abrirá más puertas en el mercado laboral.

Aprender en la edad adulta

Cuando no se ha producido esta exposición en la infancia, muchas personas deciden ponerse a estudiar un idioma en la edad adulta, ya sea por necesidad o por afición. Pero, ¿es la edad un impedimento para aprender una nueva lengua? Preply es una plataforma que, a través de su metodología live learning, conecta a cientos de miles de alumnos con más de 32.000 tutores para aprender más de 50 idiomas. Ellos piensan que a un adulto le puede resultar más sencillo enfrentarse a un nuevo idioma cuando ya aprendió otro en su infancia o juventud, pero que la experiencia de la edad adulta puede ser también un valor positivo en el proceso de aprendizaje.

“Si ya has aprendido un idioma eres capaz de establecer más conexiones entre las lenguas, las reglas gramaticales y los sonidos. Ya conoces el proceso y las dificultades, y lo ves más como un reto en el que te centras en el tipo de aprendizaje que se ajusta mejor a tus necesidades, lo que te permite conseguir pequeñas victorias en menos tiempo y te motiva para seguir avanzando”, apunta Sylvia Johnson, responsable de Metodología de Preply.

La experta destaca que como adultos tenemos la capacidad de gestionar mejor el tiempo y de concentrarnos mejor en nuestros objetivos, y después de años de ensayo y error, hemos llegado a la conclusión de que no se trata de buscar la precisión al 100%, sino de ser capaces de comunicarnos.

“Aunque puede que la memoria no sea tan aguda, somos más conscientes de la necesidad de practicar y entrenar nuestro cerebro para conectar y producir la lengua cuando sea necesario. Sí es cierto que la edad es un hándicap para la pronunciación. El cerebro de un bebé está preparado para adquirir cualquier tipo de sonido, pero conforme se hace mayor se limita a los de su lengua materna, y esa es la razón por la cual los sonidos de otras lenguas nos resultarán más difíciles de interiorizar siendo adultos. Además, el sistema fonológico del español es más simple que el de otras lenguas, y siempre es la pronunciación lo que más nos cuesta”, asegura Sylvia Johnson.

En cuanto a los idiomas europeos que a un español le pueden resultar más sencillos, serían los de la misma familia de lenguas románicas, como el portugués, el francés o el italiano. Otras lenguas como el húngaro, el finlandés o el polaco, que tienen decenas de vocales, sufijos y consonantes acentuadas, hacen que la pronunciación y la escritura disten mucho del español, lo que complica su aprendizaje.

El idioma de los negocios

Si hablamos del entorno profesional, el idioma prioritario es, sin duda, el inglés, que se ha convertido en la lengua de los negocios. Dominarla supone poder optar a trabajar en empresas de todo el mundo –sobre todo ahora, cuando la tecnología permite trabajar en remoto–. Pero si además, como candidato, dominas un segundo idioma, el atractivo para los reclutadores aumenta, principalmente en el ámbito de las multinacionales.

“La contratación de talentos en función de las competencias lingüísticas es cada vez más frecuente. Las empresas quieren una plantilla multicultural y plurilingüe, preparada para comunicarse de forma eficaz con empleados y clientes y para desarrollar su negocio en cualquier parte del mundo”, indica la experta de Preply.

Por eso, muchos adultos están en proceso de aprendizaje y mejora permanente. Para ello, existen nuevas metodologías capaces de adaptarse a sus ritmos, a sus tiempos y a su disponibilidad. En los últimos tiempos, el sector de la enseñanza de idiomas ha evolucionado enormemente, ofreciendo multitud de posibilidades basada en entornos digitales flexibles y metodologías híbridas, en las que el aprendizaje online incluye clases en directo con un tutor que les motiva y resuelve sus dudas.

Y al final, como suele decirse, la forma definitiva de interiorizar una nueva lengua es sumergirse en ella. ‘Tirarse a la piscina’ y hablar, hablar y hablar, eliminando el miedo al ridículo. Lo importante, realmente, es entender y hacerse entender. El resto vendrá solo.

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