La Avenida Jaume III de Palma es una de las calles más conocidas de “Ciutat” y hasta no hace mucho se conocía a esta travesía de la ciudad como “la milla de oro” ya que allí se aglutinaban las mejores marcas de ropa y tiendas. Además, en las proximidades de Jaume III se encuentra la zona de “Es Born” y la emblemática “Plaza Joan Carles I” más conocida como “Plaça de Ses Tortugues” donde también se agolpan las marcas de ropa de alto nivel. También hay varios grandes almacenes, bares y restaurantes. En definitiva, una zona idónea para dar un paseo con nuestros más allegados.
La nomenclatura de la calle “Jaume III” o Jaime III nos lleva a la figura del Rey Jaime III de Mallorca, conde de Rosselló, Cerdaña y señor de Montpelier; un personaje muy interesante quien en 1326 creó el Consulado del Mar[1] en Mallorca y en 1337 crea las “Leyes Palatinas”[2] un documento que quizás a nivel historiográfico no se le ha dado toda la importancia que merecía. Sobre el Rey Jaime III poco más podemos contar, se enfrentó a Pedro IV “El Ceremonioso” de Aragón en la Batalla de Llucmajor el 25 octubre de 1349. Además, los restos de Jaume III descansan desde 1905 en la Capilla Real o “Capella de la Trinitat” de la Catedral de Mallorca junto a los restos de su abuelo Jaume II.
Nuestro recorrido nos desvía hacia la calle Concepció; donde nos encontraremos con un palacete del Siglo XVII más conocido como “Can Castelló” donde se ubica la sede del “Centre Cultural Obra Social de Sa Nostra” que nos recibe con una fachada modernista que fue realizada durante una remodelación que llevó a cabo el arquitecto Jaume Alenyá en el año 1909 y donde destaca el patio típico mallorquín que data del siglo XIII con arcos relajados y columnas de estilo jónico. Es un lugar ideal para presentaciones de libros, acudir a una conferencia y en sus jardines se llevan a cabo algunas presentaciones de libro por el frescor que hace allí.
Muy cerca de allí, entre la confluencia de las calles Concepció y Can Cavalleria se levanta la Fuente del Sant Sepulcre[3] cuyo cuello es del siglo X y el templete es del siglo XIII. Nos encontramos ante los únicos testimonios que quedan de lo que primero fue una mezquita musulmana que tras la conquista de Mallorca por Jaime I fue propiedad de Guillem de Montcada. Su hija Constanza en 1232, donó la propiedad a la Orden del Santo Sepulcro y allí se construyó una iglesia que llegó a custodiar los restos de Guillem de Montcada y Ramón de Montcada, los caballeros que murieron en la conocida Batalla de Porto Pi quienes comandaban las tropas de Jaime I “El Conquistador”. Precisamente, los restos de los Montcada serian trasladados al Monasterio Cisterciense de Santes Creus en Tarragona. Mientras que la Iglesia del Sant Sepulcre se mantuvo en pie hasta 1843 cuando se llevó a cabo la desamortización que ordenó Presidente del Gobierno Juan Álvarez Mendizábal. El edificio se convirtió en unos talleres y unas viviendas. Además, el edificio original fue pasto de las llamas.
Si caminamos un poco más por la calle Concepció; nos encontramos con el convento y la iglesia de la Concepció. Su construcción comenzó en 1576 y en su interior, se custodia el Sant Crist del Noguer, del que cuentan que goza de una gran devoción y originalmente, se hallaba en la Iglesia de Santa Margalida, que actualmente está en la calle Sant Miquel.
Muy cerquita de la iglesia se encuentra el Forn de la Concepció. En sus orígenes se llamaba “Panadería Juan Roca” de la que se tiene constancia ya en el año 1902. Actualmente, el horno también cuenta con una cafetería donde podemos tomarnos una cosita.
Por aquellos lares, también hay espacio para dos crímenes tal como nos comenta José María Ibáñez en “La Vuelta a Mallorca en 80 Rutas” y que son alejadas en el tiempo. La primera crónica negra nos traslada al año 1459. Un día de ese año, se ejecutaba a Bernat de Cantarelles al que se había acusado de haber matado a su cuñado, todavía siendo un niño, al que había arrojado al interior de la Fuente del Sant Sepulcre. Según las crónicas de la época, Bartomeu fue ahorcado en unas horcas que se habían colocado en el Puerto de Palma. El cadáver de Bernat de Cantarelles fue expuesto colgado y fue llevado al Pont d’Inca como advertencia a las personas que cometían un crimen.
Por último, en la esquina de la popular calle Bonaire y Metge Matas se ubicaba una tintorería donde se cometió otro atroz crimen. Allí, Pedro Tudurí Vidal que había sido sentenciado a morar en el garrote vil por haber cometido tres asesinatos, cuyos cuerpos fueron descuartizados y quemó en el horno de la tintorería. La suya fue la última ejecución llevada a cabo en Mallorca por garrote vil y tuvo lugar en la antigua cárcel de los capuchinos de Palma. Los restos mortales de Pedro Tudurí reposan en la fosa común del Cementerio de Palma.
PARA MÁS INFORMACIÓN:
Ibáñez Gandia, José Maria. La Vuelta a Mallorca en 80 Rutas. Palma de Mallorca: Anima Ignis. , 2021.
Sevillano Colom, Francisco. «De la Cancilleria de los Reyes de Mallorca (1276-1343).» Boletín de la Socieddad Arqueológica Luliana. 34 (1973): 26-31.
[1] Sede actual del Govern de les Illes Balears. El Consulado del Mar o “Consolat de la Mar” era una institución jurídica-mercantil formada por un Prior y varios Cónsules que tendrían una jurisdicción similar a la que puedan tener hoy los tribunales mercantiles.
[2] Creadas en 1337 por Jaume III. Fueron un cuerpo legislativo donde se regulaban la Casa y la Corte de los Reyes de Mallorca. Por otra parte, las Leyes Palatinas se conservan en un precioso Códice iluminado que se guarda hoy en día en la Biblioteca Real de Bruselas (Bélgica). (Sevillano Colom 1973)
[3] Fuente del Santo Sepulcro.