El uso indebido de aires acondicionados podría multiplicar los casos de catarro durante la ola de calor

Un 20% de los cuadros catarrales que se producen en verano son causados por el uso inadecuado del aire acondicionado. Los gérmenes se acumulan en los filtros y se expanden por las estancias, llegando hasta nuestras vías respiratorias. El termostato no debe bajar de los 24˚C ni contrastar con la temperatura del exterior en más de 12˚C.

Numerosas provincias han superado los 40˚C durante varias jornadas en esta ola de calor. Los expertos coinciden en que estas altas temperaturas serán habituales durante un verano que se antoja especialmente caluroso. En estas circunstancias, los espacios cerrados y los resquicios de sombra se convertirán en los emplazamientos más cotizados durante el día, siendo el aire acondicionado un aliado de lujo para viviendas y locales comerciales. Pero, cuidado, que no todo son ventajas.

Desde que se normalizase entre los hogares, el aire acondicionado ha hecho más llevaderos los veranos para muchas familias, pero también se ha convertido en uno de los mayores causantes de enfermedades durante los meses de hastío. Según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) un 20% de los cuadros catarrales, laringitis, faringitis o de los procesos bronquíticos que se producen en verano son provocados por un uso inapropiado del aire acondicionado.

Para evitar que este aliado contra el calor se convierta en una fuente de enfermedades, es fundamental velar por un buen mantenimiento de los aparatos. Muchos de los gérmenes que afectan a las vías respiratorias se acumulan en los filtros del aire y desde ahí se expanden a todas las estancias de la casa, llegando finalmente hasta nosotros. No obstante, además de la falta de limpieza de los filtros, el aire acondicionado puede ocasionar problemas de salud si aumentamos en exceso su potencia y convertimos nuestro salón en una auténtica cámara frigorífica.

Comprobamos a diario cómo en numerosas ocasiones la diferencia entre interiores y exteriores supera los 15˚C, lo que confunde al sistema inmunológico, abriendo así las puertas de nuestro organismo a todo tipo de virus y gérmenes. Por ello, los expertos recomiendan que el contraste no supere en ningún caso los 12˚C, no bajando el termostato a temperaturas inferiores a los 24˚C en ningún caso.

Además, debemos tener en cuenta que el tipo de aire expulsado por los aparatos tiene una gran incidencia en nuestro estado de salud. Los aires fríos y secos son especialmente perjudiciales para la tos y las afecciones de garganta, acentuando cualquier tipo de problema que pudiéramos tener en esa zona.

A pesar de los consejos, no siempre depende de nosotros regular la temperatura de nuestros espacios, ya sea el del transporte público, centros comerciales u oficinas. En caso de enfermar, hemos de recordar la importancia de mantener una buena hidratación, lavarnos las manos con asiduidad para evitar contagios de terceros y descansar para favorecer la recuperación.

Contamos, además, con una amplia gama de productos farmacéuticos que pueden aliviar los síntomas. Si éstos no remiten y dificultan el sueño, la opción más recomendable son los medicamentos tópicos que, mediante vapores medicinales y posteriormente la aplicación en cuello, espalda y garganta, garantizan un descanso más placentero y ayudan a calmar los incómodos síntomas.

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Fuente Hill + Knowlton Strategies

 

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