EN LOS MESES DE VERANO LOS NIÑOS AUMENTAN DE PESO A UN RITMO MÁS RÁPIDO

La falta de rutina, la modificación de horarios, no dormir lo suficiente y el  sedentarismo, entre los principales factores que afectan a la salud de los niños

Deusto Salud presenta una serie de consejos para mantener una alimentación saludable esta época estival

 

La Organización Mundial de la Salud y otras instituciones están diseñando estrategias para abordar la problemática de que, en España, se estima que la prevalencia de obesidad infantil y juvenil es cercana al 40%, según el estudio ALADINO. Asimismo, un estudio publicado en 2022 en la Revista Española de Cardiología indica que la incidencia alcanza su punto máximo sobre los 6 años. Por su parte, una investigación realizada en Estados Unidos y encabezada por la Universidad de Harvard, asegura que entre junio y agosto los niños pueden aumentar de peso a un ritmo más rápido durante el verano en comparación con el año escolar, especialmente si estos ya padecen sobrepeso u obesidad.

Cuando se inician las vacaciones de verano, se acaba la actividad física para una parte de la población infantil. Además, durante la época estival se tienen que adaptar a una nueva situación que está exenta de una rutina. “No es una etapa sencilla de ordenar y organizar. Los niños tienden a cambiar su conducta alimentaria. Así, suelen aumentar el aumento de ingesta de alimentos preparados y el consumo de más azúcares de lo habitual”, comentan desde Deusto Salud, centro de formación continua a distancia especializado en el ámbito de la salud. “La modificación de los horarios también afecta tanto a la alimentación, como al ejercicio e incluso al sueño. Duermen menos horas, se levantan más tarde. Por lo tanto, hay menos tiempo para realizar actividades físicas”, añaden.

En esta misma línea, tal y como lo contempla el Plan Estratégico Nacional para la reducción de la Obesidad Infantil (2022-2030), no dormir lo suficiente se asocia con la obesidad. En parte porque el sueño inadecuado incita a comer a deshoras y a estar menos activos físicamente. “Los niños de 6 a 12 años necesitan de 9 a 12 horas de sueño ininterrumpido por noche”, señalan expertos de Deusto Salud. En este sentido, recomiendan “limitar el tiempo que se dedica delante de las pantallas, especialmente en edades tempranas, pues el exceso puede causar sedentarismo en los menores”. De hecho, demasiado tiempo frente a una pantalla tiene consecuencias para la salud. Todas asociadas con la falta de sueño, el aumento de peso y problemas de salud mental.

Consejos para una alimentación saludable de los niños en verano

Además de ayudar a los niños a mantenerse activos, es importante hacer que desarrollen hábitos de alimentación saludable. Esto tendrá un efecto directo en el fortalecimiento de los huesos, el aumento de la autoestima, la reducción del estrés o de la ansiedad y la ayuda para la conciliación del sueño.

Con motivo de no descuidar la salud alimentaria de los más pequeños durante las vacaciones, los docentes expertos del curso de Curso de Alimentación y Nutrición Pediátrica de Deusto Salud, proporcionan una serie de consejos para asegurarse de que los niños están recibiendo una alimentación completa:

  • Alimentos ricos en fibra, las hortalizas, las verduras, las frutas, los pescados o las carnes blancas. Son los alimentos más recomendados y aconsejables para los niños, aunque especialmente los que se cocinan de manera que no se añade más contenido calórico, es decir, a la plancha o al vapor. En concreto, se deben evitar los alimentos ricos en carbohidratos de absorción rápida y aquellos ricos en grasas, especialmente aquellos de origen animal pues son los que promueven más el aumento de peso y grasa corporal, por lo que se acaba haciendo necesario prescindir de estos en su justa medida aunque sin eliminarlos por completo de la dieta.

  • Productos de temporada y preparaciones atractivas. Alternativas que sean más originales, con presentaciones divertidas o combinando diferentes texturas, como, por ejemplo, haciendo piruletas de frutas. “Ensaladas de legumbres, cremas frías de verduras, gazpachos con frutas, pudding de pescado, pasteles fríos de verdura o gelatinas naturales de fruta son una forma mucho más refrescante de introducir los mismos alimentos sin perder calidad nutricional”, indican los de Deusto Salud.

  • Hidratación. “Es muy recomendable que tomen por lo menos de 4 a 5 vasos de agua al día”, señalan expertos de Deusto Salud. Por otro lado, si al niño le cuesta beber agua, “los helados caseros, batidos, smoothies naturales pueden ser una opción ideal, tanto para consumir agua como fruta”, revela Deusto Salud.

  • Aunque es normal relajarse un poco en vacaciones, conviene respetar el horario de alimentación porque esta rutina es muy importante para regular el apetito de los niños. “Evita que realicen las comidas con prisas y a distintas horas cada día. Una buena masticación favorece la digestión, evita los gases y otros problemas intestinales”, añaden. Además, “comer en familia, comer todos juntos, será la mejor forma de transmitirles buenos hábitos y enseñarles a disfrutar de la experiencia de las comidas”, recoge Deusto Salud.

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