Los temas estrella durante el confinamiento han sido la ciencia, la salud, la política, la sociedad, la cultura y la comedia, por ese orden
La industria del podcast espera ganar 1.000 millones de dólares en 2021
Dentro del atracón de entretenimiento digital que nos hemos dado durante el confinamiento, hay un dato especialmente significativo: la escucha de podcasts ha aumentado un 25 % según el estudio The State of the Podcast Universe, de Voxnext, que abarca el primer semestre del año. La mayor accesibilidad para los usuarios — gracias a la incorporación de podcasts en plataformas como Spotify—, la oferta de información fiable heredada de la radio y la frescura de las producciones nativas de este medio están entre los principales motivos que han hecho que miles de oyentes se acercaran por primera vez al formato o se familiarizaran con él durante el confinamiento.
«Si estás acostumbrado a ver series de televisión en Netflix, el podcast es una bocanada de aire fresco, porque el entretenimiento es diferente», explica Elena Neira, profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). «Ha habido un aumento muy significativo de todo el entretenimiento digital: libros digitales y películas digitales de consumo en streaming, compra de películas digitales… y, en particular, escucha de podcasts. Yo creo que en este confinamiento básicamente lo que hemos hecho es variar mucho en los formatos y dedicar mucho tiempo al descubrimiento de cosas nuevas», añade sobre el aumento del consumo de este medio, que atrae a los públicos más jóvenes. En concreto, seis de cada diez jóvenes de entre 18 y 24 años escucha algún tipo de podcast.
Efraín Foglia, profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC, pone el foco en el podcast como medio informativo para oyentes que desconfían de los medios oficiales. Según un estudio realizado por el Media Psychology Lab, la radio es el medio que mejor se adapta a las crisis y el percibido como más creíble por su público. El podcast habría heredado esas cualidades de su antecesora: «Si hubiera que dar unas razones de ese aumento, una sería la búsqueda de información alternativa a los canales no oficiales, un poco por la duda de la oficialidad y también por la lentitud de estos canales. La radio siempre ha sido un medio adecuado en ese tipo de territorios. Han nacido podcasts concretamente sobre el tema del confinamiento y se han activado buena cantidad de proyectos que estaban dormidos. También se han puesto en marcha prácticas colectivas de cooperación o proyectos de solidaridad en barrios muy interesantes, entre los que podríamos mencionar Radio El Lokal, en Barcelona. Según los sistemas de medición propios de la UOC, el consumo de este tipo de contenidos ha subido hasta tres veces respecto a antes de la pandemia».
Tendencia al alza
Aunque los datos de consumo obtenidos durante los meses de confinamiento sean espectaculares, no han sorprendido a la industria, ya que el éxito de este medio venía cocinándose desde hacía unos años hasta alcanzar su punto álgido en 2019. «Hoy en día, el podcast está tomando una velocidad increíble. Básicamente quien como institución, grupo, colectivo o medio no tenía podcast, o se lo está planteando o ya ha empezado a hacerlo[1] », comenta Efraín Foglia. En este proceso tiene mucho que ver la entrada en juego de plataformas como Spotify: «No es lo mismo escuchar un podcast desde una aplicación de una radio en particular o en iVoox, por ejemplo, que en Spotify, que es un servicio que está muy incorporado en nuestro día a día y que permite una accesibilidad mucho mayor por el hecho de no tener que descargar un programa específico o teclear “www” y buscarlo en internet. En este sentido, el hecho de que servicios como Spotify o iTunes hayan incluido el podcast y lo hayan puesto en valor ha alimentado este acceso de nuevos públicos al formato», explica la profesora Elena Neira.
Spotify, con una gran inversión de 500 millones de dólares en el sector de los podcasts —se ha hecho con los estudios Parcast y Gilmet Media, así como Anchor, una aplicación para la creación de podcasts—, no es el único gigante de la industria que apuesta por este formato. Sony también ha hecho inversiones millonarias y empresas emergentes (start-ups) como Luminary o Himalaya han recibido capital por valor de 100 millones de dólares. La estimación oficial es que en 2021 la industria del podcast generará 1.000 millones de dólares, según un estudio de la Agencia de Publicidad Interactiva de Estados Unidos (IAB).
¿Qué hemos escuchado?
Según el estudio de Voxnext antes mencionado, entre las preferencias de escucha de los españoles durante el confinamiento ha habido audios de ciencia, salud, política, sociedad, cultura y comedia, por ese orden. Particularmente exitosos han sido los podcasts como Mi año favorito, de Arturo González-Campos y Dani Rovira, o Deforme semanal, con Isa Calderón y Lucía Lijtmaer. Además, la facilidad para producir y difundir podcasts ha hecho que muchos creadores de contenido se hayan acercado a ese medio durante la pandemia: «Muchos influenciadores o gente conocida han decidido adaptarse a la producción de podcasts como una vía para seguir comunicándose con su público. Es un poco como el fenómeno de Instagram Live: mucha gente estaba en sus casas con mucho tiempo libre y decidió explorar las posibilidades de ese nuevo formato», explica Neira.
En cuanto a los contenidos de carácter cultural —como músicos que ofrecían conciertos desde este medio o con reproducción en directo (streaming)—, lo que se ha visto, según el profesor Foglia, es que ha sido un fenómeno de ida y vuelta: «Para los músicos, por ejemplo, ha sido muy fácil adaptarse a este formato porque tenían las herramientas, pero lo que se ha visto es que, en cuanto ha acabado el confinamiento, se ha vuelto a apostar por los conciertos presenciales, aunque sean con aforo reducido, y los índices han vuelto a los niveles anteriores a la pandemia».
Un elemento más, aunque ya casi indispensable, dentro del ecosistema digital
Así es como se concibe hoy en día este nuevo medio, que ya hace años superó la etiqueta de «radio enlatada». Sus peculiaridades —como la posibilidad de fragmentar el público, el atractivo para los jóvenes o los pocos medios que hacen falta para producirlo— hacen que la industria haya hecho una apuesta clara, con inversiones y expectativas de beneficios millonarias. Para los oyentes, tanto los que han explorado sus posibilidades en la pandemia como los que ya estaban enganchados de antes, los grandes atractivos del podcast serían la amabilidad del consumo —la disponibilidad del producto y la posibilidad de simultanearlo con otras tareas—, además de esa cercanía, esa conexión directa con el mundo emocional que tienen el sonido, la voz humana y la música, territorio de experimentación de este nuevo medio que te cuenta historias al oído.
Texto UOC
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