ESPAÑA ES EL SEGUNDO PAÍS EUROPEO DONDE PREDOMINA EL USO DE DINERO EN EFECTIVO

“Vamos a ser una sociedad sin efectivo”. Así de contundente se muestra Elisabet Ruiz, profesora de Estudios de Economía y Empresa en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), sobre la posible desaparición del dinero en efectivo en un futuro a medio plazo. Según las propias palabras de Ruiz, “es algo que pasará seguro”. Es más -dice- “ya hay países dentro de la Unión Europea con programas dirigidos a eliminar el efectivo”. Lo cierto es que la eliminación de los billetes y monedas en circulación es algo que lleva tiempo sobre la mesa, pero la pandemia de la Covid-19 ha impulsado todavía más la popularización de métodos de pago digitales como las tarjetas sin contacto.

A pesar de esta tendencia creciente, España es uno de los países de la Unión Europea que más se resiste a abandonar el dinero en efectivo para las pequeñas operaciones o pagos del día a día. 

Según los últimos datos arrojados por el Banco Central Europeo en el ‘Estudio sobre el pago y actitudes de los consumidores en la Zona Euro’ de diciembre de 2020, los pagos en efectivo supusieron el 82 % de todos los registrados, y el 66 % del volumen de las transacciones en España; unos datos que distan de otros países dentro de la Unión Europea donde el dinero en efectivo casi no tiene peso dentro de la economía. 

 

¿Está preparado nuestro país para una sociedad sin dinero en efectivo?

Elisabet Ruiz, profesora de Estudios de Economía y Empresa en la UOC, subraya a La Información, las características de España y la existencia de una “economía en negro” lo suficientemente fuerte como para ralentizar la desaparición total del efectivo, ya que es la “economía y el día a día” de muchas familias. “Desde personas que están sin contrato, los trabajadores y trabajadoras en tareas de cuidados, o las personas que se les contrata únicamente para trabajar en verano en hostelería, en nuestro país contamos con mucha economía sumergida cuyos pagos se canalizan con el dinero en efectivo”, asegura Ruiz. 

Factores que detienen a nuestro país del futuro sin efectivo:

Acceso a la banca 

Tener una cuenta bancaria es, por supuesto, una condición previa para acceder a la mayoría de los métodos de pago distintos del efectivo (por ejemplo, tarjetas, débitos directos o transferencias). Sin embargo, para acceder a esos métodos de pago sin efectivo es necesario tener un trabajo. España tiene una de las tasas de desempleo más altas de Europa, y esto ralentizará seriamente el progreso hacia un futuro sin efectivo.

Un factor crítico para el uso de los productos bancarios es su costo. De hecho, cuando las comisiones son altas, los comercios suelen pedir a sus clientes un monto mínimo para el uso de tarjetas. Por lo tanto, en muchos comercios siempre se tendrá que pagar las compras más pequeñas en efectivo, limitando el uso de métodos sin efectivo.

Como forma de luchar contra la economía informal, las actividades delictivas y el blanqueo de capitales, la Agencia Tributaria introdujo un límite al máximo de 1.000 euros que se pueden pagar en efectivo por operaciones comerciales.

Edad  

La edad podría explicar las diferencias en el uso del efectivo: mientras que los jóvenes están más acostumbrados a las nuevas tecnologías, y por lo tanto, a los métodos de pago digitales, las personas mayores tienden a ser más reacias a adoptar métodos de pago innovadores como alternativa al efectivo.

La generación de mayor edad está haciendo su transición a nuevas formas de pago, pero en general, el aumento de los pagos sin contacto, los dispositivos móviles y las compras electrónicas ha aumentado gracias principalmente a los más jóvenes.

Las ciudades españolas con un mayor número de adultos mayores, como Córdoba, Sevilla y Granada tendrán que esperar a un cambio generacional para avanzar hacia un futuro sin efectivo.

 

Fraude

Según Transparencia Internacional, en 2021 España obtuvo una puntuación de 61/100 en el índice de corrupción. Por lo general, los pequeños sobornos pueden tomar la forma de dinero en efectivo y esto aumenta su circulación en la sociedad.

El fraude en línea también juega un papel importante en la aceptación de los métodos de pago sin efectivo. Las personas que temen este tipo de fraude son más reacias a adquirir bienes y servicios en línea. 

Según una encuesta de la Comisión Europea, que incluyó a españoles, se descubrió que si se exponen a estafas y fraudes, el impacto en las personas puede ser significativo. Las personas pueden sufrir potencialmente perjuicios financieros y/o no financieros, los cuales pueden afectar su bienestar y deteriorar la confianza en el mercado.

 

Seguridad

El Índice de Seguridad con un 81.79%  sitúa a España entre los lugares más seguros para caminar solo de día. Estas cifras crean un entorno seguro para las personas que llevan dinero en efectivo o tarjetas. Pero estos números no se sienten en todo el país, en áreas donde el índice de seguridad es más bajo, las personas tienden a usar menos tarjetas y adquirir menos bienes, por lo tanto, las empresas invierten menos en lectores de tarjetas, lo que hace que haya menos pagos electrónicos disponibles.

¿Qué ciudades españolas son más dependientes del efectivo?

Para responder a esta pregunta, SumUp ha realizado un estudio que analiza múltiples factores, incluida la cantidad de tarjetas en circulación, la cantidad de puntos de venta disponibles, los salarios e incluso la edad de la población, para crear un índice de ciudades, revelando qué tan dependientes son del efectivo

 

A pesar de ser lugares encantadores para vivir, gracias a su accesibilidad, asequibilidad y opciones de entretenimiento, estas ciudades se ubicaron al final de nuestra lista por muchas razones. Entre estas tres ciudades, Córdoba tiene el porcentaje más alto de personas desempleadas (26,83%), Granada tiene el porcentaje más alto (21%) de adultos mayores mientras que Sevilla tiene uno de los porcentajes más bajos de usuarios de tarjetas de crédito (53,77%).

En 2020, Córdoba tenía 88.676 personas en paro, mientras que Sevilla y Granada tenían un total de 283.209. Las personas sin empleo tienen menos posibilidades de acceder a métodos de pago sin efectivo, como las tarjetas de crédito, lo que probablemente explica por qué estas ciudades se están moviendo hacia un futuro sin efectivo a un ritmo más lento.

Otro factor que situa a estas ciudades en los últimos puestos del ranking es la edad de su población. Santa Cruz de Tenerife, Madrid y Barcelona tienen un elevado número de adultos mayores. Siendo este uno de los factores más importantes que conducen a una lenta adopción de los métodos de pago sin efectivo, pues es en la mayoría de los casos, la proporción de población de la tercera edad impacta el nivel de digitalización de una ciudad.

 

Una España sin efectivo

Durante los últimos años se han incrementado las comisiones cobradas por el uso de cajeros automáticos, al mismo tiempo que se han reducido las comisiones pagadas por el uso de tarjetas en los puntos de venta. Además, hemos visto una reducción de la red de cajeros automáticos y un aumento en la disponibilidad de lectores de tarjetas.

Según cifras del Instituto Nacional del Estadística, España tiene una de las tasas de penetración de Internet más altas del mundo. El acceso de los hogares a Internet a través de banda ancha alcanzó el 95,3 % en 2020, y el acceso a Internet desde teléfonos móviles alcanzó el 99,5 % en el mismo período. Estos datos muestran que un futuro sin efectivo podría ser posible gracias a que el internet y la banca móvil permiten transacciones sin efectivo las 24 horas del día, los 7 días de la semana y sin hacer filas en el banco.

Aunque no podemos decir a ciencia cierta que el efectivo desaparecerá en un futuro a corto plazo, podemos decir que España se dirige hacia un futuro en el que la gente no dependerá únicamente de billetes y monedas.

 

Para más información:

https://sumup.es/business-guide/sociedad-sin-efectivo/

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