El punto de encuentro fue ante la estatua que la ciudad de Palma le dedicó a un palmesano ilustre como es Ramón Llull para después acercarnos hasta un edificio próximo a la zona para impregnarnos de su historia.
Nos detuvimos en Sa Llonja un edificio que pertenece al gótico civil y cuyo término nada tiene que ver con el pescado, ya que, en este caso, hablamos de un lugar destinado para ser la sede del Gremio de Mercaderes de Palma que financió su construcción entre los años 1420-1462. Nos encontramos dentro de un contexto histórico en el que Palma y Mallorca se habían transformado en un importante lugar de comercio donde se intercambiaban productos que se vendían en las Repúblicas Italianas, el norte de África, Sur de Francia, los otros territorios puertos de la Corona de Aragón y finalmente, los territorios orientales del Mediterráneo. El diseño y la construcción del edificio fue encargado al arquitecto de Felanitx Guillem Sagrera[1] quien ya había trabajado en la Catedral de Ciutat.
El interior del edificio es un espacio rectangular, cubierto por unas bóvedas de crucería, dividido en doce partes, sustentadas por seis columnas entrelazadas en forma de espiral que cuando alcanzan el techo recuerdan una palmera de piedra y flanqueadas por unos ventanales que permiten que la luz solar entre para iluminar la instancia cuyo pavimento es de un mármol oscuro mientras que la mayor parte del edificio está realizado en piedra extraída de las canteras de la localidad mallorquina de Santanyí.
Uno de los elementos característicos de La Lonja es el Ángel Custodio que nos da la bienvenida si entramos por la puerta de acceso al edificio y en cuya banda podemos leer la siguiente inscripción: “Defendors de la Mercaderia”[2] y han sido muchos los historiadores que han investigado sobre este edificio tan espectacular de Palma que han constatado que el Gremio de Mercaderes de Palma invirtieron una gran cantidad de dinero para la construcción de su sede.
Por último, a modo de curiosidad os contaré que hay cuatro torres octogonales en cada una de las esquinas del edificio y dos más finas en lo ancho; en las torres que hay en las cuatro esquinas se encuentran varias efigies religiosas como Santa Clara que está dirigida aproximadamente hasta donde se encuentra el Convento de Santa Clara de Palma; San Juan Bautista que mira hacia la vecina iglesia Sant Joan de Malta en la Calle Apuntadors, también en otra de las esquinas está Santa Catalina que mira hacia el lado donde se halla el popular barrio marinero y finalmente, en una de las esquinas estaba Sant Nicolau pero la efigie no estaba… ya que dicen que fue robada en el siglo XIX.
Para acabar, este edificio ha tenido otros usos desde almacén de pólvora para los cañones, hospital en caso de pandemias, cárcel y ha sido la sede del Parlament de les Illes Balears en los primeros años del Estatut de Autonomía.
Para más información:
Casesnoves, Miquel Ángel. HISTORIA DE LES ILLES BALEARS. Palma : Moll, 2008.
Ibáñez, José Maria. «JUEGA A LAS CUATRO ESQUINAS EN EL COLEGIO DE MERCADERES.» En LA VUELTA A MALLORCA EN 80 RUTAS, de José Maria. ibáñez, 67-69. Palma: Ánima Ignis. , 2021.
[1] Quien da nombre al paseo que transita junto a La Lonja.
[2] Protectores de la mercadería.
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