Bien extendido es ya el conocimiento que un estilo de vida activo es una de las mejores estrategias para mantenerse sano en general y, en concreto, para la salud de nuestra espalda. Muchos son los factores que pueden desencadenar molestias de la espalda, ya sean malos hábitos alimentarios, tabaquismo, consumo de alcohol, problemas intestinales, malos hábitos higiénicos o el mal uso de nuestro cuerpo en las actividades cotidianas, entre otros.
Independientemente de que nos veamos afectados por alguno o varios de ellos o no, tener una buena calidad muscular nos da un mejor margen para afrontar esos factores y sufrir sus consecuencias en la menor manera posible. Evidentemente, es tan importante mejorar la calidad músculo-esquelética de nuestro cuerpo como intentar reducir los factores que la pueden estar perjudicando.
¿Por qué en algunos casos, de repente empezamos a tener más dolor y problemas que antes?
No son pocas las personas que al intentar integrarse en una vida activa, empezando a practicar algún deporte, como ir a caminar, nadar, hacer actividades en el gimnasio, etcétera, tienen molestias y dolores en la espalda.
Esto puede darse por diversos factores, uno es una mala integración en esas actividades por un mal ajuste de las cargas que puede soportar nuestro cuerpo. Si llevamos mucho tiempo con índices bajos de actividad, no podemos pretender, de repente, empezar a hacer ejercicio como locos a todas horas, sino que, hay que ir incrementando los volúmenes y las cargas de forma progresiva a un ritmo que le permita a nuestro cuerpo ir mejorando para cada vez poder soportar cargas mayores que sigan siendo beneficiosas para nuestra salud.
Otra situación es la presencia de alguna lesión, en este caso, el proceso se vuelve mucho más complejo y en él tienen que intervenir diferentes profesionales en los momentos oportunos para permitir la correcta evolución, hasta llegar a un nivel que nos permita llevar un estilo de vida activo, respetando siempre nuestras características individuales con especial atención a les lesiones que podamos tener.
A tal fin, la Escuela Balear de la Espalda (EBE) diseña programas de readaptación para lesiones de columna que permiten que los pacientes pasen de un estado de lesión, a una situación estable que les posibilite desempeñar sus estilos de vida de forma segura y una correcta gestión de sus situaciones individuales para poder tener conductas que favorezcan su salud.
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