España es un país donde algunas celebraciones se han convertido en un escaparate internacional, ya que estas fiestas son parte de la diversidad del territorio. Por ejemplo, las procesiones de Semana Santa que combinan la religiosidad, la sobriedad y se pone en valor una tradición que perdura de generación en generación. El otro ejemplo de celebración internacional nos traslada hasta Navarra, ya que cada verano las calles de Pamplona se llenan de gente que acude a las Fiestas de San Fermín.
Pamplona ya se engalana para sus fiestas patronales de San Fermín. El sábado a las 12h del mediodía y desde el balcón del Ayuntamiento de la antaño capital el Reino de Navarra tendrá lugar el chupinazo que encenderá la mecha de las fiestas, consideradas de Interés Turístico Internacional.
El momento cumbre de los sanfermines llega con los populares encierros donde los mozos corren por las callejuelas pamplonicas perseguidos por seis toros recorriendo una distancia de 849m para llevar los astados hasta la Plaza de Toros para la corrida que tiene lugar por las tardes. La duración del encierro oscila entre los dos y los cuatro minutos, ya que según los expertos un encierro rápido suele ser buena señal, ya que no suelen producirse momentos que puedan ser peligrosos para los mozos.
Acerca del origen de la fiesta se sitúa en la Edad Media, concretamente, en el contexto en que surgen las ciudades a raíz de la proliferación de las ferias comerciales. En el caso del Reino de Navarra, en Pamplona se realizaba una feria donde se vendía y se compraba ganado bovino y esta celebración estaba acompañada por un carácter religioso.
Por último, quien otorgó una relevancia internacional a las Fiestas de San Fermín fue el escritor Ernest Hemingway quien visitó Pamplona en 1923 y quedó fascinado por los festejos, de hecho, los sanfermines se convirtieron en el eje de su célebre novela “Fiesta” donde situó a las populares fiestas pamplonicas en el escaparate internacional y desde entonces, no es raro ver a muchos extranjeros acercarse a Pamplona para correr delante de los toros bravos.
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