Mi querido hígado

Las bacterias intestinales forman parte del sistema inmunológico, son un elemento que coopera a la salud, equilibrio y buen funcionamiento del hígado, ayudándole a que no se genere el hígado graso. Los investigadores han descubierto que todos los microorganismos desempeñan un rol crucial en innumerables aspectos de la salud. Las bacterias beneficiosas también controlan el desarrollo de las bacterias causantes de enfermedades, ya que compiten por las zonas de establecimiento y alimentación en el colon. Este aspecto es de suma importancia, ya que las bacterias patógenas y otros microorganismos que no son beneficiosos podrían causar estragos en su salud si se vuelven preponderantes.

Además, podrían afectar su peso, por el hecho de crear un ambiente acido en el cuerpo, aumentado la retención de líquidos y tejido adiposo. Por otra parte, el microbioma intestinal, que contiene 100 veces más genes que el genoma total del cuerpo, está involucrado en reacciones químicas esenciales que sus enzimas intestinales no pueden realizar, incluyendo la fermentación y disminución del sulfato. Es importante destacar que el microbioma intestinal ayuda a generar nuevos compuestos (metabolitos bacterianos) que pueden tener un impacto beneficioso o perjudicial en la salud.

Las investigaciones más recientes publicadas incluyen estudios que demuestran que las bacterias intestinales beneficiosas, también conocidas como probióticos, favorecen a la función hepática y ayudan a disminuir la presión arterial. Lo bueno es que los Pro-bióticos influyen poderosamente en la función hepática. Según estudios de investigación reciente presentada en la reunión de Biología Experimental 2018, en San Diego, revela que los probióticos también tienen un rol en la función hepática. Al punto tal que ayudan a su regeneración y estado de salud optima. Se ha comprobado que el lactobacillus rhamnosus GG (LGG), que está presente en muchos suplementos probióticos comerciales es beneficioso para sanar los efectos del paracetamol, y de otros fármacos químicos causantes de daño hepático y estrés oxidativo. Lo mismo que en personas que por años han “abusado” de alcohólicos, y también por una alimentación alta en azúcar y alimentos procesados.

El hígado es el segundo órgano mas grande después de la piel. Es el encargado de que todo el organismo funcione a la perfección incluyendo la limpieza y depuración de la sangre, digestión, sistema inmunitario…. es la estación por donde todo el transito se organiza y regula.

El lactobacillus rhamnosus GG (LGG) al parecer, protege al hígado contra el daño oxidativo al activar el Nrf2, un hormético biológico que regula haciendo aumentar prodigiosamente al superóxido dismutasa, catalasa y otros antioxidantes intercelulares. Fundamentales para el optimo estado de salud del hígado,vesícula biliar, páncreas bazo… El Nrf2 no solo disminuye la inflamación, sino que también mejora la función de las mitocondrias y estimula la biogénesis mitocondrial. Por tanto estamos hablando de regenerar en su proceso, las mismas células que componen este preciado órgano.

Aumentar la dieta vegetal, posiblemente en base al grupo sanguíneo, ayudar con Omegas 3 y 6 de la cadena del DHA (como se comento en artículos anteriores) integrar con Carotenoides (licopeno) Ajo, Cebolla y elementos terpenoides tipo la Col y familias. Complementar con el ayuno protegido, como venimos aconsejando desde hace muchos años, son la base de la regeneración celular activa que tanto es necesaria en estos tiempos donde somos agredidos constantemente por el ambiente y la sociedad de consumo. Lo bueno de los probióticos es que ayudan también a regular la presión arterial ya sea por bajo que por alto. En este caso los mejores son los que contienen muchas especies diferentes los cuales afectan a los cambios neuronales en el hipotálamo, se encontró que el probiótico lactobacillus marinus prevenía efectivamente la hipertensión sensible a la sal, al modular las células TH17, aunque aconsejo ingerir Sal del Himalaya por sus notorios beneficios.

Los probióticos tienen muchas ventajas entre ellas: Modulan la respuesta inmunológica y estimulan la función del sistema inmunológico Estimulan al cuerpo a producir vitaminas y absorber minerales Estimulan en el proceso de desintoxicación de pesticidas Tienen bajo control el asma y disminuyen el riesgo de alergias Influencian la función genética, al ayudarla a expresarse de forma positiva y combatir enfermedades Reducen en más de un 50 % el riesgo de enfermedades periodontales. Estimulan el buen humor y estados anímicos. Ayudan a estabilizar el peso y combaten la obesidad. Combaten el Autismo Regulan la función Pancreática y la diabetes tipo I y II Son anti-inflamatorios naturales. Aumentan la calidad en las fases del sueño. Ayudan en los procesos tumorales especialmente de Colon y de vejiga, así como por otra parte ayudan a proteger de la desnutrición, promueven las hormonas de crecimiento, disminuyen las patologías típicas del deporte, previenen la vaginitis en inflamaciones en el aparato reproductor, colaboran en las funciones de parto, disminuyen el riesgo de enfermedades gastrointestinales, mejoran los problemas de diarrea crónica y sus causantes. Y un largo etc. … Como siempre aconsejamos que te asesores por un especialista en nutrición, te dejes acompañar en tu proceso de salud, vivimos tiempos de agresiones constantes, dejarse ayudar es un acto de gran inteligencia y sentido común.

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