Una investigación de la UOC aborda la manera en la que las novelas comunican la complejidad del Mediterráneo como entorno amenazado medioambientalmente
Según Aina Vidal, las estrategias narrativas de la novela actual ofrecen numerosas herramientas para abordar las diferentes facetas de la emergencia ecológica
En la novela Beirut, I love you, Zena el Khalil representa la violencia de la guerra y su efecto exterminador en los pueblos y los territorios libaneses. En Crematorio y En la orilla, Rafael Chirbes muestra las dos caras del urbanismo depredador y del turismo masivo en el litoral mediterráneo valenciano: la del skyline esplendoroso de la costa y la de su patio trasero, un humedal al que han ido a parar tanto los escombros de las urbanizaciones costeras como los cuerpos expulsados de la historia.
El Mediterráneo es una región que acumula muchos problemas medioambientales. La explotación de los recursos costeros, la contaminación de los acuíferos, el deterioro de los ecosistemas o el vertido de basuras son algunos de ellos. También es una región muy vulnerable a las consecuencias del cambio climático, como confirman informes internacionales como los del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Esta región del hemisferio norte sufre especialmente el aumento de las olas de calor y las sequías, y sus aguas se calientan un 20 % más rápido que la media mundial, tal como recoge un informe de la organización ecologista WWF.
La crisis medioambiental es un fenómeno complejo, como también lo son los medios para transmitir su importancia y su alcance. Esta es una de las premisas de las que parte Aina Vidal Pérez, investigadora del grupo Global Literary Studies (GlobaLS) de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), en su tesis Mediterráneo global. Poéticas medioambientales del litoral en la novela actual.
A través del análisis de varios títulos actuales, entre los que figuran obras de Zena el Khalil y Rafael Chirbes, Vidal analiza qué poéticas estimula la destrucción medioambiental del Mediterráneo en la novela actual y hasta qué punto esta temática gana valor en el mercado literario internacional.
El Mediterráneo, eje central de las novelas
Para desarrollar su tesis, Vidal analizó cuatro novelas principales: Crematorio y En la orilla, de Rafael Chirbes; Beirut, I love you, de Zena el Khalil, y Earthly Remains, de Donna Leon, a las que sumó tres novelas secundarias: L’enfant qui mesurait le monde, de Metin Arditi; Il vento porta farfalle o neve, de Francesco Aloe, y The Island of Missing Trees, de Elif Shafak.
“Estas novelas imaginan las prácticas relacionadas con el movimiento de flujos de capital y de cuerpos, de neocolonialismo extractivista y genocida, de tráfico de residuos y mercancías y de connivencias entre estructuras gubernamentales, corporativas y mafiosas”, señala la investigadora de GlobaLS, grupo adscrito al Internet Interdisciplinary Institute (IN3) y a los Estudios de Artes y Humanidades de la UOC.
En lo que respecta a la estética y la ideología, optan por soluciones narrativas diversas y sostienen diferentes críticas. Lo que tienen en común, concluye Vidal, es que en todas ellas “el Mediterráneo trasciende su mera condición de espacio en el que se desarrolla la acción y se establece como un estímulo fundamental en la construcción de la forma narrativa”.
Además, estas novelas apelan a un imaginario mediterráneo con formas paisajísticas, socioculturales e históricas que son conocidas globalmente. Cuando esta mediterraneidad se combina con el pensamiento verde más convencional, se genera un producto que gana valor en el mercado literario internacional.
En ocasiones, lo convencional no tiene por qué estar en las novelas, sino en la manera de promocionarlas. “La combinación de esta mediterraneidad con el discurso verde constituye un valor para el mercado literario internacional, que puede acabar haciendo convencionales hasta las propuestas narrativas más críticas”, explica Vidal.
“El Mediterráneo trasciende su mera condición de espacio en el que se desarrolla la acción y se establece como un estímulo fundamental en la construcción de la forma narrativa”
Las técnicas que ofrece la novela
Durante la elaboración de su tesis, Vidal recurrió a las novelas mencionadas para detectar y analizar los fenómenos más recurrentes a la hora de representar la explotación del litoral mediterráneo. “Accidentes y ataques a infraestructuras industriales; tráfico y vertido de residuos tóxicos; lluvias desastrosas, inundaciones y aumento del nivel de las aguas; gentrificación y turistificación; urbanización masiva, especulación inmobiliaria y acogida de macroproyectos de integración global”, enumera la investigadora.
Todas estas problemáticas le hicieron preguntarse por la forma en la que se narran unos fenómenos muy complejos que tienen, a su vez, numerosas consecuencias tanto sociales como medioambientales. Vidal analizó con qué estrategias y mecanismos narrativos específicos reacciona la novela ante estos fenómenos, cómo condiciona el entorno mediterráneo las formas estéticas de las narraciones o cómo se puede plasmar el vínculo entre una manifestación local de la crisis ecológica y sus implicaciones globales, por ejemplo.
La clave está en todas las posibilidades que presenta la novela. “La novela es un género maleable, proteico, capaz de aglutinar recursos de todos los géneros. No es una forma cerrada y establecida, sino que exige ser reinventada en cada momento”, explica Vidal, que elaboró su tesis en el marco del programa de doctorado de Humanidades y Comunicación de la UOC.
“En su intento por dotar de significado al mundo, la novela despliega imaginativamente los problemas que intenta resolver. En este sentido, ofrece la oportunidad de abordar la emergencia ecológica a través de un argumento estructurado y hace imaginable un fenómeno poco concreto y de gran alcance”, añade.
De este modo, el desarrollo y la organización de la trama, la construcción de los personajes, la voz narrativa, la experiencia subjetiva, el movimiento o la recreación de entornos y atmósferas contribuyen a imaginar y reimaginar las transformaciones medioambientales y sus desafíos.
“En mi trabajo, por ejemplo, analizo The Island of Missing Trees, de Elif Shafak, en la que una de las voces narrativas es un ficus carica, una higuera que explica la historia reciente de Chipre en paralelo a los impactos de la crisis climática”, ejemplifica Vidal. Earthly Remains, de Donna Leon, es una noir en la que “el primer cadáver que se encuentra no es humano, sino que son los restos de las abejas que mueren en masa por el alto índice de contaminación de la laguna veneciana”.
Otro de los ejemplos es En la orilla, de Rafael Chirbes, una novela en la que el pantano de Olba (una población ficticia) se presenta como un lugar contaminado donde se han desechado los escombros de la urbanización de la costa, pero también los cuerpos del ejército republicano y de los suicidas de la crisis financiera. Y la lista de ejemplos en forma de novelas sigue.
Comprender un Mediterráneo vulnerable
Con esta investigación, Vidal busca contribuir de forma teórica, metodológica y crítica a hacer más complejas las percepciones tanto del Mediterráneo actual como de las narrativas que representan el riesgo ecológico en la región. “Para ello, enfatizo el rol central del sistema capitalista como proyecto de apropiación de tierras y explotación del medioambiente”, explica.
“Propongo conocer qué versiones de la crisis ecológica en el Mediterráneo se están narrando: ¿contemplan la precariedad, los desplazamientos forzados, el trabajo migrante, las tecnologías de consumo, las guerras (neo)coloniales o sus infraestructuras como factores que intervienen en la producción y la concepción del espacio?”, cuestiona. “La conexión entre novela, ecología y mercado no se puede hacer aproblemáticamente”.
En un contexto en el que la emergencia ambiental no hace sino agravarse, Vidal expone la necesidad de realizar un análisis crítico de las ideologías, las presunciones y los sesgos que estas ficciones puedan desplegar respecto de cómo se usa, se produce y se construye el medioambiente en la era globalizada.
Esta investigación de la UOC favorece el objetivo de desarrollo sostenible (ODS) 13 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), acción por el clima.
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