¿Piel mate o luminosa?
Esta es una de las preguntas más cuestionadas y siempre se crea un dilema para saber cuál es la ideal. Todas son válidas y, además, no hay una regla que exista ni que dicte una obligación para determinar el tipo de acabado que se quiere conseguir. Cada tipo de piel requiere un acabado u otro, pero también está el gusto de uno mismo que es el motivo principal por el cuál hay que regirse.

PIEL MATE

Este tipo de acabado no es más que la piel quede matizada y sin brillos. Normalmente, es perfecta para pieles que son grasas o muy grasas. Además, las altas temperaturas hacen que la producción de grasa sea más frecuente y este tipo de pieles necesiten que sean más mates.

CONSEJOS

Para conseguir este tipo de acabado es imprescindible el uso de productos adecuados para pieles grasas o muy grasas como, por ejemplo: cremas o serums que controlen el aceite de la piel, preparadores que controlen el brillo, bases libres de aceites o que contengan sílice en su composición y polvos matificantes. También se puede dar un toque de luz en las zonas altas del rostro para contrarrestar este tipo de acabado. Estos productos serían: iluminadores líquidos, en crema o en polvo. Crear un look de ojos con sombras metalizadas o con brillo es otra forma para dar luz a estas pieles. Incluso, labiales cremosos, satinados o brillo, hacen que se potencien más el toque de luminosidad. Afortunadamente, siempre se puede crear una piel mate pero a la vez luminosa. El gusto o la necesidad por los acabados mates o semimates se encuentran principalmente en gente joven que tienen miedo a que la piel sea evidente en cuánto a luminosidad. Todas las pieles y acabados son bonitos.

PIELES LUMINOSAS

Se llevan los rostros de aspecto luminoso y jugoso, efecto dewy. Este tipo de acabado es ideal en pieles secas, normales o grasas que quieran conservar un toque de luz en el rostro. Se trata de buscar una piel natural y sana.

CONSEJOS

El uso de bases o BB Creams luminosas es la forma más rápida de crear este aspecto. También, se puede añadir una gota de aceite de argán o jojoba a la base, para crear mucha más jugosidad. Hay otras alternativas como, por ejemplo, aplicar un preparador en aceite o iluminador líquido en las zonas altas del rostro antes de la base. En este tipo de acabados si se puede aplicar un polvo que sea muy poco cubriente o translúcido. Una herramienta principal, son los iluminadores en crema o en polvo para seguir aumentando la luminosidad en el rostro. Cualquier idea y mezcla es buena, siempre que se aplique de la manera correcta. El maquillaje es una forma de expresión que podemos crearlo a nuestro gusto y medida.

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