Las Islas Baleares han sido (y son) cuna de personajes que han dejado huella en sus respectivos campos. En las letras han destacado nombres como Ramón Llull; en campo naval podemos citar al capitán Antoni Barceló[1] que capitaneó la Armada Española junto a los franceses contra los británicos en Trafalgar; en cartografía nos referimos a Abraham y Jafuda Cresques que dibujaron cómo era el mundo en el siglo XIV y plasmarlo en el “Atlas Catalá” que se halla en la Biblioteca Nacional de Paris. Precisamente, en la capital francesa se trasladó un mahonés que abandonó su Menorca natal para convertirse en un referente de la medicina y en el “padre de la toxicología moderna” (Botella Lluissá 1987) . Es curioso que nuestro protagonista, el doctor Mateu Orfila es una personalidad poco conocida en el conjunto de la gente de las Islas Baleares.
Mateu Josep Bonaventura Orfila nació en Mahón (Menorca) el 24 de abril de 1787 Su padre era comerciante y armador; mientras que su madre, aunque era menorquina tenía unas raíces británicas, ya que su apellido era Rotger.
El contexto histórico en que se produce el nacimiento de Mateu Orfila tiene lugar durante el llamado “Despotismo Ilustrado” del Siglo XVIII bajo el reinado de Carlos III de Borbón; tras la Guerra de Sucesión y, por tanto, el cambio de dinastía en España los Austrias (Habsburgo) habían sido sustituidos por los Borbones[2]. También hay que añadir que una de las clausulas del Tratado de Utrecht firmado en 1713: Menorca[3] y Gibraltar[4] habían pasado a soberanía británica.
Los padres de Mateu Orfila le inculcaron y se esforzaron para que su hijo tuviera una buena educación y aprendiera idiomas. Entonces un sacerdote de Mahón le enseñó el latín y otro cura francés que había huido de la Francia revolucionaria le enseñaba francés al joven Mateu Orfila. Así mismo, aprendió también inglés y algunas nociones de alemán. Al propio Orfila también le gustaba la cultura como la música e incluso hizo sus pinitos como compositor. Una circunstancia que no le gustó a su padre y su hijo se embarca en uno de sus barcos mercantes que iba en dirección hasta Alejandría para comprar trigo, de repente se produce un ataque de los piratas que genera una sensación de miedo al futuro doctor, quien decide finalmente no dedicarse al comercio, pero sí a la medicina.
Dado que en Menorca no podía estudiar aquello que quería, Orfila decidió salir de la isla para trasladarse a Valencia en 1804 para matricularse en la Facultad de Medicina. En la capital del Turia también aprendió química y matemáticas por su cuenta. Además, el Santo Oficio lo tiene vigilado y le invitan a dar explicaciones, pero no ocurre nada. En 1805 abandona Valencia porque allí, Orfila se encuentra con una carencia educativa y no encuentra un buen ambiente intelectual; entonces decide trasladarse hasta Barcelona para después irse a Paris a estudiar y donde estableció su residencia.
Mientras continuaba con sus estudios en la Facultad de Medicina, Orfila organizó una serie de clases de química y otras ciencias naturales que hicieron que fuera haciéndose un nombre, pero también ganar sus primeros ingresos. Incluso desde el gobierno del Rey Fernando VII de Borbón le ofrecieron la posibilidad de volver a España para trabajar, pero el menorquín decidió seguir en Paris donde no sólo destacaba como profesor sino también como cantante.
Entre 1814 y 1817 publicó sus dos grandes obras: “Tratado sobre los venenos” y “Elementos de química medica” que le reportaron un gran reconocimiento entre la comunidad científica. Además, la primera obra fue traducida al castellano por el Infante Francisco de Paula de Borbón quien durante aquellos años vivía en Paris y el padre del escritor Mariano José de Larra; Mariano de Larra y Lagelot. Em 1819, Orfila obtiene la plaza de profesor en la Facultad de Medicina de Paris con lo que inicia una importante carrera que le llevará a obtener puestos importantes en la Medicina francesa entre 1830-1848.
Durante su estancia como profesor de la Facultad de Medicina. El doctor Orfila promovió varios cambios y la construcción de los pabellones de disección en 1832. Además, creó el Museo de Anatomía Patológica en 1835 y donó 60.000 francos para crear un museo de anatomía comparada que fue abierto en 1845[5]. También obtuvo algunos cargos dentro de la sociedad francesa y, de hecho, se le nombra miembro del Consejo Real de Instrucción Pública en 1834 y a finales de ese mismo año, es elegido miembro del Consejo Municipal y Caballero de la Legión de Honor del Estado francés.
Por último, el doctor Mateu Orfila muere en Paris el 12 de marzo de 1853 y está enterrado en el cementerio de Montparnasse.
Para terminar, nos encontramos ante un ilustre menorquín, que tras abandonar su Menorca natal volvió a su isla en tres ocasiones y allí su legado está muy presente conservándose su casa natal en la Avenida Doctor Orfila de Mahón; además, la Universidad de las Islas Baleares puso su nombre al edificio de ciencias del campus y el principal hospital de la isla lleva el nombre del médico menorquín más internacional Mateu Orfila i Rotger.
Para más información:
Botella Lluissá, José. «Diario ABC.» Archivo ABC. 24 de Junio de 1987. file:///C:/Users/ponsb/Downloads/abc-madrid-19870624-59.stamp.pdf (último acceso: 11 de Agosto de 2023).
Casesnoves, Miquel Ángel. HISTORIA DE LES ILLES BALEARS. Palma : Moll, 2008.
Vidal, Sabrina. Ultima Hora. 27 de Abril de 2023. https://www.ultimahora.es/noticias/local/2023/04/27/1925447/historia-baleares-mateu-orfila-fue-uno-quimicos-mas-importantes.html (último acceso: 11 de Agosto de 2023).
Texto:
Juan Ramón Pons: Graduado en Historia por la UIB en 2019.
[1] Era contemporáneo de nuestro protagonista.
[2] Una dinastía real que aun gobierna en España con la figura de Su Majestad el Rey Felipe VI.
[3] Menorca durante varios periodos estuvo bajo soberanía británica y el legado de la presencia de los ingleses en la isla está muy presente.
[4] En el año 2023 sigue estando bajo bandera británica.
[5] El actual Museo Orfila.
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