POR CADA GRADO QUE AUMENTAN LAS TEMPERATURAS CRECE UN 2,2% LA MORTALIDAD RELACIONADA CON TEMAS DE SALUD MENTAL

22 DE JULIO – DÍA MUNDIAL DEL CEREBRO

El calor dispara los problemas de salud mental: ansiedad y estrés, los sentimientos que más aumentan con la subida de temperaturas.

 El 59% de los padres y madres de familia sufren estrés en vacaciones.

 ¿Cómo cuidar la salud mental en verano?

 

Las altas temperaturas que se alcanzan en verano repercuten de forma negativa en la salud mental. De hecho, numerosos estudios señalan una correlación directa entre el incremento de las temperaturas y el aumento de las visitas médicas por temas de salud mental en verano. En concreto, según un informe realizado por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston, las visitas a urgencias hospitalarias por afecciones de salud mental crecen en época estival por cuestiones relacionadas con la ansiedad o el estrés.

Esta realidad resulta alarmante ya que, según recoge Journal of Environmental Science, Risk & Health, por cada grado que aumentan las temperaturas crece un 2,2% la mortalidad relacionada con temas de salud mental. Por este motivo, es especialmente importante que las personas presten atención a cuidar su bienestar emocional pese a estar de vacaciones. “Aspectos como la conciliación familiar, las dificultades para conciliar el sueño o el hecho de no lograr desconectar del trabajo pueden influir negativamente en la salud mental de las personas en verano” afirman desde Deusto Salud. En concreto, cabe señalar que los problemas de conciliación familiar resultan especialmente estresantes para las familias. De hecho, según un informe realizado por Lingokids, el 59% de los padres sufren estrés en vacaciones. En relación a las altas temperaturas, Deusto Salud puntualiza que “cuando la temperatura corporal aumenta cambia nuestra conducta, existiendo una mayor irritabilidad y provocando un impacto directo en nuestro bienestar ”.

¿Cómo cuidar la salud mental en verano?

Así pues, constatada la relación existente entre la llegada del verano y el calor con el aumento del estrés y la ansiedad, es necesario proporcionar a la ciudadanía las herramientas y mecanismos necesarios para lidiar con los problemas de salud mental estas vacaciones. Por ello, Deusto Salud, coincidiendo con el día Mundial del Cerebro, presenta una guía práctica para cuidar la salud mental en verano:

  • No dejar que el descontrol se apodere del día a día. Rutinas establecidas como las horas de sueño, los hábitos alimenticios o la práctica de ejercicio suelen verse alteradas en época de vacaciones. En la medida de lo posible, es recomendable descansar y dormir bien, no realizar excesos en las comidas o el consumo de alcohol y mantener los hábitos de práctica deportiva. “Mantener parcialmente las rutinas habituales evitará que aumente el estrés y la sensación de estar en un entorno estable y confortable” señalan desde Deusto Salud.

  • Fuera pantallas. La desconexión digital es uno de los temas más difíciles de gestionar ya que, según un estudio realizado por Passport-Photo.Online, el 71% de los viajeros revisa su móvil entre dos y cinco veces por hora en vacaciones. Desde Deusto Salud apuntan que “es importante disfrutar del tiempo de ocio con familia, pareja o amigos y no estar pendiente de las RRSS, principal motivo por el cual la gente consulta el teléfono en vacaciones”. Además, “la desconexión digital también aporta múltiples beneficios para la salud mental ya que favorece la relajación y ayuda a desconectar y desprenderse del estrés”.

  • Encontrar el equilibrio entre realizar actividades y descansar. En vacaciones es tan importante estar activo como aprovechar el tiempo libre para descansar. En este sentido, no se recomienda sobreocupar los días con actividades y no dejar espacio para la relajación. Fuentes de Deusto Salud recomiendan “una sobreestimulación causada por el exceso de actividad durante las vacaciones no es recomendable ya que, en la etapa final de las mismas, la persona no ha tenido tiempo para relajarse y se siente estresada por la inminente vuelta a la rutina”.

  • Evitar la larga exposición a temperaturas extremas. Cuando el cuerpo humano se somete a temperaturas extremas es muy probable que aumente el mal humor. Para evitar esta situación se recomienda ser precavido y no permanecer durante largas jornadas expuestos a temperaturas excesivamente altas. Por ello desde Deusto Salud apuntan que “para evitar que la temperatura tenga el menor impacto posible en nuestra salud física y mental es recomendable no realizar actividades físicas extremas ni permanecer durante periodos largos de tiempo bajo la influencia de las altas temperaturas”.

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