LA ORTODONCIA INVISIBLE ESTÁ DE MODA

La sonrisa es nuestra mejor carta de presentación, además mejora las relaciones sociales, actúa en tu estado de ánimo y algunos estudios certifican que sonreír alarga la vida. Por eso es tan importante que la boca esté bien cuidada y sea lo más saludable posible. Además, muchas personas acuden a estos tratamientos para mejorar y realzar la boca y con ello, la sonrisa. De ahí que sea cada vez más frecuente el aumento de peticiones para iniciar el tratamiento con las técnicas más innovadoras e imperceptibles.

La genética, los malos hábitos y la edad pueden hacer que los dientes no estén bien formados o alineados. Además de por estética, también hay que tener en cuenta los problemas de salud que puede acarrear no tener una buena salud bucal. Dolores de cuello, de mandíbula y de cabeza, junto a las dificultades para masticar, son solo algunas de las principales consecuencias de las maloclusiones y una razón más que suficiente por la que recurrir a las ortodoncias.

Tal y como nos cuentan desde la clínica Tiiz, la ortodoncia estética tiene como finalidad principal mejorar la imagen de la ortodoncia tradicional (brackets) consiguiendo que sea casi invisible y además tiene la misma efectividad y con impecables resultados.

Miguel Gallardo, director de clínica de Tiiz, explica que «entre las diferentes modalidades siempre se busca conseguir los resultados más saludables para el paciente buscando la belleza, la comodidad y la discreción dentro de cualquier tratamiento», explica Gallardo. «Además, este tipo de ortodoncia permite mejorar la salud bucodental sin que la sonrisa se vea estéticamente afectada, siendo más cómoda e higiénica», añade.

¿Qué es la ortodoncia y para qué se emplea?

Existen diferentes especialidades dentro de la odontología y entre ellas, se encuentra la ortodoncia. Esta es la parte dedicada al tratamiento de aquellos huesos y dientes que, por alguna causa, desde por motivos genéticos o por un accidente, han quedado mal posicionados y obstaculizan una correcta mordida, además de provocar otro tipo de dolencias asociadas.

Ante todo, la visita periódica al dentista es esencial para determinar si un paciente necesita ponerse en tratamiento ortodóntico con el objetivo de recuperar la salud bucodental. Asimismo, estos métodos consisten, principalmente, en el empleo de diferentes sistemas fijos o removibles que a través de la presión que ejercen sobre dientes y mandíbulas logran colocar la dentadura en la posición adecuada. Por eso es importante conocer las diferencias entre brackets y ortodoncia invisible para obtener los mejores resultados posibles.

Desde Tiiz nos cuentan la diferencia entre brackets ortodoncia invisible. Antes de empezar hay a definir qué engloba el nombre de ortodoncias: «son todos aquellos aparatos que, mediante el empleo de bandas, alambres, férulas o brackets (pequeñas piezas metálicas cuadrangulares) corrigen la alineación de los dientes para devolverle la precisión a la mordida y mejorar la estética dental».

Tal y como explican desde Tiiz, «no es lo mismo un problema de apiñamiento de los dientes que uno de espaciamiento, como tampoco son similares la sobremordida, la mordida cruzada o la mordida abierta. Cada una de estas disfunciones bucales presenta sus particularidades, y los diferentes tratamientos de ortodoncia se adaptan a ellas con el objetivo de proporcionar unos resultados óptimos».

En los últimos meses, la ortodoncia invisible es la alternativa que cobra más fuerza para el tratamiento ortodóntico (sobre todo en adultos). «No es aplicable a todos los problemas de alineamiento, cosa que sí sucede con los brackets metálicos, cerámicos o de zafiro, pero en aquellos casos en los que se puede emplear, que es el 95 % de los casos, resulta tan efectiva como estos», matiza Gallardo.

Diferencia entre brackets y ortodoncia invisible

La ortodoncia invisible no emplea brackets de ningún tipo y es una opción removible que consiste en un alineador transparente diseñado a medida que se coloca sobre toda la dentadura como si se tratara de una funda. Se puede extraer para comer, para la higiene de los dientes o de manera muy puntual (una cita importante, una entrevista de trabajo, una celebración…), teniendo en cuenta que para que sea efectiva es necesario llevarla puesta una media de 22 horas al día.

Es un tratamiento que no duele, porque en torno a un 30-40 % de los pacientes que han probado otros tipos de ortodoncia coinciden en que el dolor y las llagas que les produjo el tratamiento hicieron que incluso pensaran en abandonarlo.

Tal y como nos explican desde Tiiz, «entre las opciones de tratamiento alineador invisible más populares está el de la marca Invisalign, un corrector dental de última generación que se adapta perfectamente al estilo de vida del paciente, sin apenas interferir en el aspecto habitual de su sonrisa».

Conforme avanza el tratamiento, los alineadores se van reemplazando para adaptarse a los cambios en la morfología de la boca y forzar el movimiento deseado en los dientes. Las férulas se diseñan a partir de un avanzado software médico que además permite al paciente y al especialista tener una idea mucho más gráfica de cómo está siendo la evolución de su tratamiento.

«Lo más destacable de la ortodoncia invisible Invisalign es que no contiene ningún elemento metálico, ni elásticos ni alambres, y no provoca las llagas y rozaduras comunes en el empleo de otro tipo de ortodoncias», destaca Gallardo.

Es importante resaltar que este tipo de brackets se pueden fabricar en cerámica, plástico o cristal de zafiro, materiales transparentes que permiten que se vea el color natural del diente sobre el que van colocados. Asimismo, los brackets transparentes son una alternativa mucho más discreta a los brackets metálicos tradicionales, aunque hay que tener en cuenta algunas consideraciones: el cristal de zafiro no pierde transparencia con el paso del tiempo ni con el consumo de alimentos de mucha coloración, pero no sucede así con el plástico o la cerámica, que, aunque son opciones discretas y similares en cuanto a apariencia, son menos resistentes y susceptibles a la decoloración con el paso del tiempo.

Siempre hay que recordar que un buen diagnóstico es esencial para poder ser tratado con cualquier tratamiento de ortodoncia.

 

Texto: Rebeca Turbi.

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