“SES GERMANIAS” MÁS ALLÁ DE UN CONFLICTO SOCIAL
Retrato de Carlos V por el pintor italiano Tiziano

Estos años, se han ido celebrando en toda Mallorca el quinto centenario de Sa Germania de Mallorca, una revolución social que tuvo lugar en la isla y que generó terribles episodios de violencia que dejaron huella dentro de la sociedad mallorquina. Un conflicto que ha sido utilizado por los diferentes partidos políticos, especialmente, los soberanistas bajo el argumento de que “la revuelta fue contra la monarquía”. Sin embargo, la realidad dice todo lo contrario, ya que los lideres “Agermanats” mostraron en sus proclamas su lealtad a Carlos I.

Nosotros desde aquí queremos explicaros qué fue “Sa Germania” con sus antecedentes que llevaron al conflicto, sus protagonistas, las conexiones con la Germania que se produjo casi simultáneamente en Valencia, los acontecimientos cruciales y finalmente, las consecuencias.

La Germania de Mallorca tuvo lugar durante el reino de Carlos I y antes de entrar en el tema hay que indicar que el Rey tenía una visión más imperial que castellana. Recordemos que el monarca había sido elegido Emperador del Sacro Imperio Germánico que llevaba casi un siglo en manos de los Habsburgo y eso supo una rivalidad entre Enrique VIII de Inglaterra y Francisco I de Francia.

¿Cuáles fueron los motivos por los cuales estalla una revuelta social?

En primer lugar, hay que indicar que entre 1453 y 1521 fue un periodo que no frenó para nada las ambiciones de la Part Forana[1]. En este sentido, no podemos olvidar que en aquella época hubo una rivalidad entre Ciutat y la Part Forana. Estos últimos, reclamaban que hubiera justicia e igualdad en los ingresos que había y obviamente, los habitantes de Palma se opusieron. En 1499 se firma la Pragmática de Granada que estableció una normativa con el objetivo de recuperar la deuda publica de la Real Consignación[2] y reorganizaba la recaudación de tributos para establecer un plan de amortización de la deuda publica reduciendo las pensiones de los censuales. La contrapartida entonces fue la supresión de algunas franquezas e inmunidades, así como la exclusión de los artesanos y los foráneos de la Consignación. Una circunstancia que chocaba con los intereses de las clases dirigentes con lo que se abrió más la brecha entre los privilegiados con los artesanos y foráneos. En 1512, Fernando II “El Católico” dictó una sentencia que satisface las reivindicaciones y exige a las autoridades que se establezca una estimación del patrimonio real.

En segundo lugar, los censuales, el Reino de Mallorca importaba más materias primas que las que se exportaban; lo que provocaba que la hacienda gastase más dinero y eso generaba una mayor deuda pública creando una serie de acreedores con los mercaderes catalanes. ¿Consecuencia? Los ingresos eran insuficientes para pagar los censuales.  Por tanto, todo formaba un coctel social explosivo y que podía estallar en cualquier momento.

Imagen del Castillo de Bellver. Escenario de varios episodios de la Germania de Mallorca.

Durante este periodo, comenzaron a producirse disturbios en los primeros años del Reinado de Carlos I como por ejemplo la Revuelta de los Comuneros en Castilla que buscaban una mayor hispanización bajo el ideal burgués y de las ciudades en 1520. Mientras que en Valencia en 1519 los caballeros y los ciudadanos habían tomado la Capital del Turia. Sin embargo, hay que tener muy claro que tanto la Revuelta de los Comuneros de Castilla como la Germania de Valencia son dos movimientos que tenían objetivos totalmente diferentes, ya que, aunque se desarrollaron en dos territorios de la Península Ibérica no hubo la intención de la llevar a cabo un frente común.  ¿En Mallorca se tenia constancia de lo que ocurría en aquellas latitudes? Si, con lo que generaba más tensión social dentro de la propia población. De hecho, en otras poblaciones de la Corona de Aragón como Lleida, Girona, Lleida, Barcelona y Murcia[3].

Acerca de los cabecillas de la Germania de Mallorca sabemos que eran artesanos y payeses, que constituían la mayor parte de la población mallorquina en aquellos tiempos. Ellos se enfrentaron a las clases privilegiadas que formaban los nobles, los ciudadanos, el clero, mercaderes, etc. En una lucha fratricida entre mallorquines y que durante dos años desangró la isla.

Desde el mes de diciembre de 1521, las autoridades regnícolas sabían que se estaban urdiendo una serie de conspiraciones y por eso, el Virrey Gurrea ordenó la detención de siete artesanos: el pelaire Joan Crespi, el zapatero Pere Bagur, el maestro de espadas Guillermo Vic y los sombrereros Pascual Rosselló junto a los hermanos Francesc y Joanot Colom. Precisamente, este último y Joan Crespi son los más grandes cabecillas de la revuelta incluso son hijos ilustres de Palma. Esa encarcelación, hizo que la gente saliera a las calles el 7 de febrero de 1521 coincidiendo con las fiestas de carnaval, cuya consecuencia fue la liberación de los “agermanats” dejando al virrey solo, ya que las clases privilegiadas estaban muy divididas.

Alcudia, la ciudad que fue leal a Carlos V y se opuso a la revuelta.

Una vez que son liberados los cabecillas, se nombra capitán a Joan Crespi quien en todo momento junto a los mercaderes quisieron que la revuelta se desarrollase dentro de un marco legal incluso en las calles de Palma algunos gritaban el famoso “Pac qui deu” y una frase que demuestra que no iban en contra de la Monarquía “Visca el Rei”. Mientras Joanot Colom encabezaba una delegación mallorquina a la Germania de Valencia para aplicar las medidas en Mallorca.

Por otra parte, el virrey Gurrea es destituido y se nombra representante de la corona al entonces alcalde de la Ciutat de Mallorca y gobernador del Castillo de Bellver Pere de Pacs, quien optó por una política más condescendiente con la gente que se había rebelado contra las autoridades. Además, gran parte de los pueblos de Mallorca apoyaron a la Germania salvo Alcudia que se mantuvo fiel a la Corona.

En abril de 1521, se establece la conocida como “Tretzena” o “Consejo de los Trece” que presidia Joan Crespi junto a doce conservadores (8 mercaderes de la ciudad y cuatro foráneos) Esta asamblea eran los representantes del pueblo y se les concedieron poderes de jurisdicción para tener autoridad en todo el territorio. A todo ello, el ya Emperador Carlos V dictaba en Worms una cedula imperial donde reclamaba un castigo ejemplar contra los afines de la Germania de Mallorca y ordenaba que se mantuviera la lealtad a Gurrea. Todo ello, bajo la amenaza de que “Mallorca iba a sufrir las consecuencias similares a lo que había ocurrido en Castilla con los Comuneros”.

El primer acto violento de la Germania de Mallorca tuvo lugar el 29 de julio de 1521 cuando el Castillo de Bellver fue asaltado con artillería y todos los que moraban la fortaleza fueron pasados a cuchillo, entre ellos, el propio Pacs. Después los revolucionarios montaron un asedio al Castillo de Santueri en Felanitx, pero éste pudo resistir los envites al igual que la población de Alcudia[4].

Entre los revolucionarios comenzaron las divisiones que llevaron a la desconfianza entre ellos que acabaría con la detención en la Torre del Ángel de la Almudaina de Joan Crespi quien moriría en extrañas circunstancias. ¿Consecuencia? Joanot Colom junto con el “inquer” Pau Casesnoves y Jordi Moranta, sin embargo, es el felanitxer quien asume el mando aplicando incluso medidas casi dictatoriales. De hecho, la Germania se había convertido en un movimiento revolucionario incontrolado donde la intransigencia y el radicalismo estaban a la orden del día.

De ninguna de las maneras parecía que habría una solución negociada al conflicto, sino que serían las armas las que actuaron y más cuando la Germania de Valencia había sido sofocada en marzo de 1522 pero ese mismo año en julio Carlos I había acabado con la revuelta de los comuneros de Castilla. Mallorca era el único territorio hostil al Emperador dentro de los territorios que configuraban la Monarquía Hispánica.

Entre octubre y noviembre de 1522, la armada imperial comandada por Juan de Velasco y con el exvirrey Miquel de Gurrea abordo se plantó frente a la Catedral de Palma con el objetivo de obligar a los rebeldes a que capitulasen, pero ellos decidieron no rendirse. Entonces las tropas imperiales decidieron desembarcar en Alcudia primero y después en Pollença, allí se produjo una masacre al quemar la Iglesia de la Mare de Deu dels Àngels con 400 personas que había en su interior sin importar su condición. Después los pueblos de Mallorca fueron cayendo en manos de Gurrea y las tropas imperiales desde Sa Pobla, Muro (las tropas de Joanot Colom fueron derrotadas allí) Inca… El 21 de noviembre de 1522 se produjo una batalla al Rafal Garcés[5] que supuso nuevamente la derrota de Colom. Finalmente, los últimos focos del ejercito “agermanat” se refugiaron tras las murallas de Palma, pero la ciudad capituló el 8 de marzo de 1523.

Retrato de los líderes de Ses Germanies de Mallorca: Joanot Colom y Joan Crespí.
Consecuencias de las Germania de Mallorca:

Miquel de Gurrea volvió a ser repuesto en su puesto de virrey y ordenó una fuerte represión contra los rebeldes. Es cierto, que la Germania de Mallorca supuso una guerra fratricida entre los mallorquines, pero la represión que hubo fue muy feroz, ya que se ordenaron ejecuciones, condenas a galeras, condenas de cárcel, confiscaciones de bienes y multas que ascendieron hasta la cifra de 800 libras. Joanot Colom fue ejecutado el 3 de junio de 1523, su casa situada en la actual Calle Colom de Palma fue derrumbada, los restos fueron cubiertos de sal y sus descendientes maldecidos. Además, la cabeza de Joanot Colom fue colocada dentro de una jaula colgada junto a la Porta Pintada[6]  como siniestra advertencia y recuerdo de lo ocurrido. Una calavera que estuvo allí hasta el siglo XIX. Además, muchos caballeros decidieron pasar cuentas con sus enemigos personales y tomarse sus propias venganzas.

Por otra parte, la producción de bienes disminuye de forma radical y por tanto la economía de Mallorca se detiene.

Se reafirma el poder en manos de los vencedores, en las instituciones se llevan a cabo purgas para situar a gente leal a Carlos I, Miquel de Gurrea se mantiene en el poder hasta 1525 cuando es sustituido por otro virrey Carlos de Pomar.

A todo ello, la violencia en la sociedad mallorquina siguió muy presente, aunque muchos rebeldes “agermanats” se habían exiliado; hubo otros que se quedaron en Mallorca formando parte de otro conflicto más local como fueron las guerras de bandos.

En el ámbito institucional, el Reino de Mallorca pasa definitivamente a ser un territorio de segunda categoría y pierde importancia dentro de las instituciones de la Monarquía Hispánica. A pesar de que toda Mallorca y muchas de sus localidades habían sido represaliadas algunas otras se vieron beneficiadas como Alcudia que recibe el título de “Ciudad Fidelísima”

Por último, a modo de valoración nos encontramos ante un conflicto que hizo mucho daño a la sociedad mallorquina de aquellos años y como hemos comentado la Germania de Mallorca ha estado presente en la idiosincrasia de la isla hasta el siglo XIX cuando la cabeza de Joanot Colom estuvo expuesta en una de las puertas de Palma. Además, algunos partidos políticos en estos años de conmemoración de la Germania han intentado hacer un uso partidista de dicho acontecimiento argumentando que “fue un conflicto entre el pueblo llano y la monarquía representada por Carlos V” sin embargo, en la documentación no se ha encontrado soflamas de los agermanats contra la figura del Rey sino todo lo contrario, y como en todo conflicto cuando entran los radicalismos en liza es cuando se pierden todos sus valores.

Bibliografía:

Casesnoves, Miquel Ángel. HISTORIA DE LES ILLES BALEARS. Palma : Moll, 2008.

Juan Vidal, Josep. Els Argermanats. Palma de Mallorca. : Ajuntament de Palma. , 1985.

Lynch, John. Monarquíua e Imperio: El Reinado de Carlos VI. . Madrid : Crítica. , 2007.

 

Notas al pie de página,

[1] Mallorca estaba dividida entre Palma (en esos momentos bajo la denominación de Ciutat de Mallorca) y la Part Forana que son los diferentes pueblos.

[2] Era un organismo publico que controlaba la administración del Reino de Mallorca, pero dentro del propio territorio. En términos actuales sería como la Delegación de Hacienda.

[3] Recordemos que Murcia perteneció a la Corona de Castilla desde la época de Jaime I como consecuencia del acuerdo al que había llegado el Rei en Jaume con el monarca castellano Alfonso X “El Sabio” a través del Tratado de Almizrra por el cual el monarca de Aragón conquistaba Murcia y la entregaba a la Corona de Castilla.

[4] Esta última recibió por parte de Carlos V el título de “Ciudad Fidelísima”.

[5] Entre las localidades de Inca y Binissalem.

[6] En las proximidades de la actual Plaza de España de Palma.

 

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Autor; Juan Ramón Pons. Graduado en Historia por la UIB.

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